El Ejército colombiano, acusado de la matanza en el Palacio de Justicia
Al menos seis de los 17 magistrados y auxiliares muertos durante el asalto al Palacio de Justicia de Bogotá realizado por el Ejército y la policía de Colombia los pasados 6 y 7 de noviembre -tras su ocupación por guerrilleros del Movimiento Diecinueve de Abril- cayeron víctimas de las balas y de la actuación de las fuerzas armadas. Esta información se desprende de declaraciones de supervivientes del asalto, familiares de las víctimas, así como de los resultados de las investigaciones realizadas sobre los hechos, en los que resultaron muertas 95 personas.
Un informe elaborado por una comisión especial y que será presentado al Gobierno esta semana atribuye serias responsabilidades a las fuerzas armadas en la matanza. Durante el epílogo del asalto, el Ejército abrió fuego contra el cuarto de baño situado en el ala noroccidental del edificio, en la entreplanta de los, pisos segundo y tercero, donde un grupo de guerrilleros mantuvo encerrados durante 12 horas a unos 70 rehenes.Las paredes del baño -de una superficie de 15 metros cuadrados- estaban revestidas de mármol, lo que convertía a la habitación en un lugar cuyo control sólo era posible por medio de una acción que pusiera en peligro la vida de los rehenes. Las fuerzas armadas dispararon desde una sala contigua para abrir boquetes a través de los cuales introducirse o atacar a los guerrilleros. Numerosas personas -sin que se haya podido precisar su número exacto murieron en la lluvia de disparos que siguió, según informa nuestro enviado especial, Antonio Caño.
Las investigaciones realizadas ponen en duda también -como se había afirmado en un primer momento- que el presidente del Tribunal Supremo, Alfonso Reyes Echandía, muriera a consecuencia de las balas disparadas por los guerrilleros.
Las declaraciones recogidas a través de estos testimonios arrojan luz asimismo sobre otras incógnitas que rodean la matanza ocurrida en el Palacio de Justicia, tales como la desaparición de las 11 personas que se hallaban en la cafetería durante el asalto, hecho que ha sido reconocido por las autoridades colombianas. Los familiares de estos desaparecidos explican lo ocurrido alegando que el Ejército creía que los guerrilleros contaban con apoyos en el interior del palacio, y que, concretamente, estos apoyos tenían relación con el personal de la cafetería.
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