El salvamento de gatos en Atocha, iniciado con escasos medios

Tres mujeres de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas (SPAP), en colaboración con un grupo de vecinas de la zona madrileña de Atocha, iniciaron el pasado martes, al anochecer, el salvamento de gatos en el antiguo Gran Hospital de San Carlos, hoy Centro de Arte Reina Sofía. La SPAP viene denunciando la "hostilidad" de la ciudad hacia los animales domésticos, de los que nadie se preocupa a la hora de derribar casas viejas o reformar un barrio.La operación de rescate de los gatos se lleva acabo con escasos medios: las tres únicas cestas especiales para la captura de los animales las aportaron los vecinos, pues dicha asociación no dispone de tales instrumentos y el Ayuntamiento de Madrid no los ha cedido a dicha sociedad. Ante tal escasez, el citado centro artístico ha ofrecido adquirir cinco cestas para colaborar en el salvamento.

Ocho gatos han sido rescatados desde el pasado martes de los sótanos del Centro de Arte Reina Sofía, antiguo Gran Hospital de San Carlos, donde habitaban desde hace más de 10 años unos 150, alimentados por los vecinos de la zona. Durante todos estos años, ha sido habitual la imagen de personas del barrio, en su mayoría mujeres, echando la comida a través de la verja a dichos animales, que acudían confiados y en gran número.

Vecinos de la zona y la SPAP denunciaron la semana pasada la presunta matanza de gatos en este recinto como consecuencia de la reforma del edificio para su nueva dedicación. De hecho, sólo se han visto en las últimas semanas unos 30 o 40 gatos. De ellos, 20 fueron cogidos por los vecinos y llevados a la SPAP.

La citada sociedad publicó hace tres meses, en uno de sus boletines, su preocupación por el destino de ese centenar largo de felinos. "Cuando se inicia el derribo de casas viejas, ninguna institución pública siente la necesidad, y mucho menos la obligación, de buscar un nuevo acomodo en el que estos animales abandonados puedan seguir viviendo", se decía en aquel texto.

La SPAP, la Asociación para la Libertad de los Animales (ALA) y vecinos la zona de Atocha colaboran en el rescate, iniciado el martes, después de conseguir el acceso al recinto.