Diferentes concepciones de la democracia enfrentaron a nicaragüenses y costarricenses en la 'cumbre' de Esquipulas
Los presidentes de Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua, que se reunieron durante el pasado fin de semana en Esquipulas (Guatemala), decidieron la creación de un Parlamento centroamericano, la formalización de las reuniones de jefes de Estado de los cinco países de la región y la firma del Acta de Contadora, pero sin fijar la fecha del 6 de junio, debido a los problemas pendientes. La cumbre transcurrió en medio de discrepancias, sobre todo por la diferente concepción del modelo democrático, que enfrentó a los presidentes de Nicaragua y Costa Rica.
ENVIADO ESPECIALEl valor de la cumbre de Esquipulas reside en su celebración. Resulta positivo el hecho de sentar ante una misma mesa y convivir bajo el mismo techo, de una abadía benedictina situada junto a una basílica dedicada a un Cristo negro muy venerado en toda Centroamérica, a personajes tan dispares en ideología y trayectoria política como el comandante sandinista Daniel Ortega y el ingeniero José Napoleón Duarte, que acusa a Managua de inspirar y armar la guerrilla en su país, El Salvador.No resulta difícil adivinar que los Gobiernos de Honduras, El Salvador y Costa Rica mantienen posiciones diferentes a las de Nicaragua y Guatemala sobre el desarme en la región. Cuatro países centroamericanos no comparten la concepción de democracia que sostienen los sandinistas. Todos los centroamericanos estarían de acuerdo en lograr una mayor independencia de Estados Unidos.
Los presidentes no trataron de enmascarar la evidencia de sus diferencias y falta de acuerdo. El presidente de Costa Rica, Óscar Arias, declaró sin rodeos que sobre las diferencias con Nicaragua "podría escribirse un libro". Ortega afirmaba, por su parte, que Arias tiene una concepción de la democracia y él tiene la suya, pero que hay que observar el respeto mutuo.
Los mandatarios centroamericanos dejaron también constancia en la declaración de Esquipulas de las diferencias existentes a la hora de firmar el Acta de Paz de Contadora. Siguen pendientes de resolución tres puntos: maniobras militares, control,de armamentos y verificación del cumplimiento de los acuerdos. Esto impide la firma en la fecha fijada como definitiva: el próximo 6 de junio.
Está claro que los centroamericanos ven imposible firmar el 6 de junio. Basta comparar el proyecto de resolución, que estaba elaborado el 4 de mayo y mencionaba expresamente la fecha citada, con la declaración publicada el domingo en Esquipulas. En la declaración final se omitió cualquier referencia a la fecha. El canciller nicaragüense, Miguel d'Escoto, aseguraba que tres de los países reunidos en Esquipulas, "y entre ellos no está Nicaragua", desean un aplazamiento de la firma.
O todos o ninguno
El presidente costarricense, Óscar Arias, dijo categóricamente que no tiene sentido firmar si no lo hacen todos. El canciller de Honduras, Carlos López Contreras, declaró a este periódico que a su país no le interesa y no firmará un acta parcial que excluya aquellos puntos sobre los qué no se logre un acuerdo.Por tanto, el consenso es todos deben firmar todo. Esto exige llegar a un compromiso en los tres puntos pendientes, cosa que no parece posible lograr antes del 6 de junio y, por consiguiente, habrá que prolongar una vez más ese plazo, que se había fijado como definitivo.
En un punto no hubo discrepancias en Esquipulas: la creación de un Parlamento centroamericano. La declaración no es meramente teórica y ya se han fijado plazos muy concretos para poner en marcha el proyecto.
Una comisión deberá constituirse en un plazo de 30 días, y después tendrá tres meses para elaborar el proyecto del tratado constitutivo.
Curarse en salud
La declaración firmada en Esquipulas habla de un Parlamento integrado por miembros "electos libremente por sufragio universal directo, en el que se respete el principio de pluralismo político participativo". Aquí podrían empezar de nuevo los problemas con Nicaragua.Ortega ya trató de curarse en salud con sus declaraciones en Esquipulas. Según el presidente de Nicaragua, en su país "en 1984 ya se celebraron elecciones libres; siete partidos participaron y están representados en el Congreso y el Parlamento de Nicaragua".
El proyecto inicial de declaración hablaba de "creación del Parlamento centroamericano de acuerdo al marco constitucional de cada país". Esta referencia desapareció en la declaración final de Esquipulas, que se limita a hablar de elección libre por sufragio universal, directo y que respete el pluralismo. Esto significa una mayor presión sobre Nicaragua.
El régimen sandinista aparece cada vez más atenazado entre la presión militar de los grupos armados que operan desde Honduras y la ideológica llevada adelante desde Costa Rica por el nuevo presidente Arias, que no parece dispuesto a dejar de acosar políticamente al régimen de Managua denunciando su falta de democracia.
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