El Gobierno español, decidido a incrementar los intercambios comerciales con la Unión Soviética
ENVIADO ESPECIALEspaña no está de acuerdo con el punto de vista de algunos países occidentales, que mantienen la posición de que hay que aprovechar la situación económica de la URSS para acorralar y "dar la puntilla" a este país, manifestaron ayer en Leningrado fuentes gubernamentales españolas, al final de la estancia en la URSS del presidente Felipe González. El Gobierno español ha manifestado su interés en incrementar los intercambios económicos con la Unión Soviética repetidas veces durante este primer viaje oficial de un presidente del Gobierno español a la URSS.
No obstante, fuentes gubernamentales españolas han mostrado su escepticismo por las posibilidades de éxito de la política de reformas emprendida por el máximo líder de la URSS, el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), Mijail Gorbachov, Este escepticismo no quita que fuentes gubernamentales españolas calificaran de "abiertas" las actitudes de alguno de los hacedores de la política del Kremlin. Como ejemplo se pone la entrevista que el pasado martes por la mañana mantuvieron en la sede del comité central del PCUS el ministro de Cultura español, Javier Solana, y el secretario del comité central, Alexandr YakovIev.La entrevista se realizó en inglés, sin intérpretes, "sin papeles" y a petición de YakovIev, según relató una fuente oficial española. YakovIev fue elegido secretario del comité central en el último congreso del PCUS, el pasado mes de marzo, tras regresar de Ottawa, en donde era embajador. Los "piropos" españoles a las nuevas autoridades soviéticas se hicieron también extensivos al primer ministro soviético, Nikolai Ryzhov, de quien una fuente gubernamental española dijo que parecía un primer ministro occidental.
La impresión de la delegación española es que Gorbachov no se encuentra con una fuerte oposición en el Politburó (máximo órgano de PCUS y Gobierno de hecho de la URSS), aunque sí existen posturas encontradas. Como ejemplo, una fuente gubernamental española afirmó que hubo que vencer fuertes resistencias de parte del Politburó para poder celebrar la cumbre de Ginebra del pasado mes de noviembre entre Gorbachov y el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan.
El lenguaje "abierto" de parte de la dirección soviética contrastaba, a juicio de un miembro de la delegación española, con el utilizado por otros exponentes del poder soviético que han mantenido conversaciones con los representantes del Gobierno de España.
Falta de personal
Según esta fuente, el presidente del presidium, Andrei Gromiko; el ministro de Cultura, Piotr Demichev, y el alcalde-de Leningrado, Vladimir Joderev, hacían uso de un discurso más tradicional. Por otra parte, una fuente gubernamental española daba como seguro el cese de Demichev. Pero si bien no se notan graves problemas de oposición interna, si se detectan problemas de falta de personal adecuado para cubrir algunos puestos de especial importancia. Como ejemplo, una fuente gubernamental española puso el hecho de que se haya decidido, en pocas semanas, enviar de Madrid a Naciones Unidas, primero, y a Washington, fuego, al embajador Yuri Dubinin. La delegación española ha encontrado también en la parte soviética una gran curiosidad por el proceso modernizador español. Esta curiosidad les llevaba a veces a interesarse por detalles casi domésticos de las condiciones de vida de los españoles, manejando un lenguaje económico muy simple y directo.
Fiel a su deseo de no dar "la puntilla final a la URSS", España se ha mostrado de acuerdo en aceptar la oferta soviética de comerciar a base de trueque, sin el intermedio de las divisas.
Una fuente diplomática española afirmó que la URSS estaba especialmente interesada en sus relaciones con España por las singularidades de la política exterior del Gobierno de Madrid: su latinoamericanismo, su ligero tinte tercermundista y la especial posición que ocupa dentro de la OTAN. Esta fuente añadió que la URSS tenía gran interés en subrayar coincidencias, incluso algunas dudosas. Puso como ejemplo la nota dada por la agencia oficial Tass, que incluía entre las coincidencias hispano-soviéticas la denuncia del "terrorismo de Estado", forma en que califican en Moscú al ataque estadounidense contra Libia. En la conferencia de prensa que ofreció el miércoles, González salió al paso de esta valoración de la agencia Tass, de forma indirecta, diciendo que había que "hacer un esfuerzo para reducir conceptualmente a los términos precisos lo que son acciones terroristas".
El alcalde de Leningrado, despidió ayer por la tarde en el aeropuerto de su ciudad a Felipe González, quien inició su primera visita oficial a la URSS el pasado lunes.
Durante su último día de estancia en la Unión Soviética, el presidente del Gobierno y su esposa, Carmen Romero, visitaron durante algo más de dos horas el Museo del Ermitage. Al mediodía, González almorzó con los ministros que le acompañan: el de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez; el de Hacienda, Carlos Solchaga, y el de Cultura y portavoz del Gobierno, Javier Solana.
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