El informe de la OCDE afirma que el Gobierno socialista ha cosechado resultados desiguales en su política económica

El comportamiento de la economía española en los dos últimos años, bajo el Gobierno socialista, ha ofrecido resultados "mixtos", según el último informe elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, hecho público ayer. Se han cumplido algunos objetivos (reducción de costes salariales y de las pérdidas de las empresas públicas, entre otros), pero se han incumplido las metas marcadas en inflación y empleo. El Gobierno no debe "aflojar" el proceso de ajuste, pese a la baja de los precios del petróleo y de los tipos de interés.

El informe sobre la economía española -enviado hace días a la Prensa con un nota de embargo hasta hoy- es el segundo que la OCDE realiza desde: que los socialistas llegaron al poder a finales de 1982. Por razones poco comprensibles, la OCDE ha retrasado durante más de un año la elaboración del correspondiente a 1984, para luego, con prisas inusuales, acelerar su publicación y hacerla coincidir con un período electoral.Como es tradicional, el informe de la OCDE está redactado en un lenguaje que tiende a satisfacer a todo el mundo. Contiene comentarios positivos sobre la gestión del Gobierno (que siempre: tiene acceso a los borradores y puede influir sobre ellos) y también negativos. El de este año, a juzgar por una lectura detallada, no se diferencia de los demás pese a que, salvando el frente del empleo, la inflación y el déficit público, puede ser presentado como generalmente positivo.

Tal es así que el informe, en sus conclusiones finales, afirma que "las políticas seguidas en los últimos años han comenzado a dar sus frutos y los resultados desalentadores registrados en algunas áreas no deben enmascarar las mejoras sustanciales en el comportamiento general". Mejoras que, pese a todo, "dejan todavía pendientes importantes cometidos como es el conseguir una estructura productiva más eficiente y competitiva y la conclusión con éxito de la reforma de la Seguridad Social".

Sobre la política a seguir, el informe no o frece dudas. El Gobierno debe insistir en su política de ajuste y, pese a que el problema del paro requiere para su amortiguación una política de estímulo del crecimiento que coincide con una posición externa favorable, no se debe caer en la tentación de relajar aquélla.

Por el contrario, el Gobierno debe perseverar en el ajuste, fundamentalmente debido a la tasa aún elevada de inflación, el persistente desequilibrio fiscal y el carácter largamente estructural del desempleo español.

Perseverar en el ajuste

El mantenimiento de esta política de rigor necesita, según la OCDE, una reafirmación pese a los acontecimientos favorables que se registran en el mundo: "el entorno internacional más favorable derivado de la caída de los precios del petróleo y de los tipos de interés no deberían considerarse como una oportunidad para aflojar el proceso de ajuste".

Respecto a las perspectivas económicas (ver cuadro adjunto para conocer las principales magnitudes), el informe señala que "en los dos próximos años o más habrá un crecimiento de la inversión privada y una reanudación del crecimiento positivo del empleo, posiblemente con alguna reducción en el desempleo". Sucederá lo mismo con la posición favorable de la balanza de pagos por cuenta corriente, "pese al mayor crecimiento esperado y a la mayor competencia extranjera que ha provocado la adhesión a la CE". No obstante, añade, "el proceso deflacionario será relativamente lento, quedando por detrás del resto del área de la OCDE".

El informe resalta, en cuanto a la política monetaria, los limítes que existen en su aplicación a la hora de contener la inflación, debido a la "persistencia de un amplio déficit presupuestario". Paru la OCDE, las contribuciones enipresarialeg a la Seguridad Social son las más altas de Europa, por lo que, si surge un margen pár,a reducir impuestos, "éste debe usarse para reducir aún más las contribuciones a la Seguridad Social". La política social debe continuar por la moderación salarial, tanto en términos reales como nominales, siendo necesarío "recortar aún más los costes salariales".