El ministro de Exteriores de Bolivia descarta la posibilidad de un golpe de Estado

El recién designado ministro de Asuntos Exteriores de Bolivia, Guillermo Bedregal, considera que su país está en camino de consolidar una democracia, tras decenios de inestabilidad política. "Las condiciones actuales eliminan toda posibilidad de un golpe militar contra el Gobierno de Víctor Paz Estenssoro", dice.De paso hace unos días por Madrid, en visita privada, aprovechó, sin embargo, para entrevistarse con su colega Francisco Fernández Ordóñez y para recordar sus tiempos de alumno en la Escuela Diplomática Española.

Bedregal, a sus 55 años, es considerado uno de los hombres fuertes del Gobierno de Víctor Paz Estenssoro, elegido por una exigua mayoría en agosto del año pasado. Como ministro de Planeamiento, fue uno de los impulsores de un drástico plan para reducir la hiperinflación boliviana, que llegó al 25.000% el año pasado. El plan está teniendo éxito, pero tuvo que enfrentarse con la poderosa Central Obrera Boliviana (COB), lo que condujo a Paz a decretar el estado de sitio.

A causa de diferencias con Gonzalo Sánchez de Losada, su correfigionario del Movimienito Nacionalista Revolucionario (MNR), Bedregal dimitió de su cargo en enero pasado y provocó conello una crisis de Gabinete. La situación fue resuelta de un modo singular: el presidente Paz le nombró ministro de Asuntos Exteriores y designó a Sánchez de Losada para ocupar el puesto vacante de Bedregal en el Ministerio de Planeamiento. "Es lógico que tengamos diferencias. 'Yo soy un intelectual, y él, un empresario. Pero ambos apoyamos sin reservas la política del presidente", explica el canciller.

Pregunta. ¿Cuál ha sido el objetivo de su viaje a Madrid?

Respuesta. Aprovechando una gira oficial a Pekín, donde hemos abierto por primera vez nuestra embajada, he pasado por Madrid en visita privada para entrevistarme con mi homólogo español, Francisco Fernández Ordóñez. Entre los temas de interés en nuestra estrevista ha estado el ofrecimiento español de aportar 20 millones de dólares (unos 3.000 millones de pesetas) a un fondo internacional de emergencia de apoyo a Bolivia. Tenemos necesidad de ayuda urgente. Un dólar que recibamos hoy tiene un valor mucho mayor que si llega dentro de unos meses.

P. Tras 20 años de Gobiernos autoritarios y sin una mayoría en el Parlamento, ¿cree usted que el Gabinete de Paz Estenssoro podrá sostenerse mucho tiempo en el poder?

R. Definitivamente sí. Las condiciones para un posible golpe no están dadas, principalmente por la personalidad y el prestigio personal de presidente Paz, quien está cumpliendo su cuarto mandato. La retirada de las fuerzas armadas fue evidente ya durante el gobierno de Hernán Siles Zuazo, entre 1983 y 1985. Si salimos de la crisis económica actual -y lo estamos consiguiendo-, consolidaremos la democracia en Bolivia.

P. ¿Cómo puede gobernar Paz un país como Bolivia sin tener siquiera una mayoría parlamentaria? .

R. Hemos hecho un pacto por la democracia con Acción Democrática Nacionalista (ADN), del ex presidente y general Hugo Bánzer, que nos permitirá acometer las principales reformas que necesita el Estado boliviano: constitucional, tributaria y electoral.

P. ¿Cómo han enfrentado las relaciones con la Central Obrera Boliviana, que ha declarado la guerra al plan económico del presidente Paz?

R. Creemos que las elites sindicales no han evolucionado en el tiempo y mantienen las mismas posturas maximalistas y voluntaristas de épocas pasadas. Pero ellos mismos están divididos en varias fracciones trotskistas y comunistas y están perdiendo su poder de convocatoria.

Dos objetivos

P. ¿Cuáles son actualmente las prioridades de la política exterior boliviana?R. En primer lugar, resolver nuestra situación de enclaustramiento territorial. Bolivia perdió su mar hace 100 años en la guerra con Chile, y estamos dispuestos a reanudar contactos bilaterales con la diplomacia chilena para intentar llegar a un acuerdo. Si Chile ha logrado un acuerdo con Argentina por el Beagle, que evitó una guerra inminente, ¿por qué no podemos llegar también nosotros a un acuerdo similar? El segundo objetivo de nuestra política internacional es convencer a los países desarrollados de que deben iniciar un fuerte control del tráfico y consumo de drogas. Estamos apoyando decididamente la convocatoria a una conferencia mundial contra el narcotráfico que tendrá lugar el año próximo.