Turistas, gasolineras y pícaros
A la salida de Alicante, con dirección Valencia, he tenido que parar en la primera gasolinera, a mi derecha, para repostar. He pedido claramente al operador que me pusiera en el depósito 2.000 pesetas de súper. El operador ha mirado, mi coche, un Alfa Romeo con matrícula suiza, y tiene que haber pensado: este tío es extranjero, es viejo, con poco pelo y además blanco; tiene cara de tonto o casi; así que, al llegar a los 20 litros, ha colgado la manguera, ha cogido mis 5.000 pesetas y me ha devuelto 3.000. Yo, que aunque tenga que reconocer no ser un águila, he podido aprender a leer los números, le dije que yo había pedido 2.000 pesetas de súper, y él, muy pícaro, me enseñó con un dedo los números digitales que marcaba el recuadro inferior y que indicaban los 20 litros. Tuve que decirle que el importe en pesetas lo indicaba el recuadro superior y que le correspondía exactamente 1.640 pesetas.No tuvo más remedio que descolgar otra vez la manguera y añadir en mi depósito las 360 pesetas de gasolina que faltaban. Yo tenía ya preparadas 50 pesetas de propina y no me dio la gana de entregárselas; se fue irritado, sin colocarme ni siquiera el tapón del depósito.
Es una advertencia para los sufridos automovilistas, especialmente extranjeros: cuidado con los recuadros, que indican: total pesetas, y más abajo, total litros.-