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Eduardo Serra trata en Washington sobre el futuro de las bases

Francisco G. Basterra

El futuro de las bases norteamericanas en España y la nueva relación que el Gobierno quiere establecer con Washington una vez refrendada la permanencia en la OTAN serán abordados por el secretario de Estado para la Defensa, Eduardo Serra, con representantes del Gobierno de Estados Unidos, del Congreso y del mundo académico norteamericano, en el curso de la visita oficial que ayer inició a Estados Unidos. Aunque el motivo oficial del viaje, de una semana de duración, es estudiar la manera de atenuar el desequilibrio de la balanza comercial militar entre los dos países, Serra dijo a su llegada que los cambios políticos en España requieren una nueva actitud" de Estados Unidos.

Serra, invitado especial del Pentágono, es el primer miembro de la Administración española que viaja a EE UU desde el referéndum sobre la OTAN. El viaje de Serra, se produce dos semanas antes de que el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, llegue a Washington para entrevistarse con el secretario de Estado, George Shultz, con el objetivo de fijar un calendario para negociar la reducción de la presencia militar estadolanidense en España.El Gobierno español ha sugerido que tiene cierta prisa por abrir definitivamente estas negociaciones, y habla de un posible pre acuerdo este mismo año. EE UU mantiene la máxima cautela y no ha respondido a las filtraciones producidas sobre las demandas españolas (sustitución completa de los aviones y militares de EE UU por fuerzas españolas en la base de Torrejón y una reducción importante en Zaragoza). Washington espera a recibir formalmente estos deseos en la primera ronda de negociaciones y no tiene prisa alguna por acelerar un proceso que ha aceptado a regaña dientes y para el que considera que tiene tiempo de sobra. El actual acuerdo bilateral no expira hasta el mes de mayo de 1988.

Los criterios de González

El número dos del Ministerio de Defensa aprovechará el viaje para explicar los criterios de Felipe González sobre las relaciones con los norteamericanos. Serra utilizará la oportunidad que le ofrece la conferencia que hoy pronunciará sobre España y el cambio, en el Centro de Estudios Estratégicos de la Universidad de Georgetown (CISIS). Este centro, de marcada tendencia conservadora, es influyente en la formulación de la política exterior de Ronald Reagan y cuenta entre sus cabezas pensan tes a los ex consejeros presidencia les Heriry Kissinger y, Zbigniew Brzezinski, y de la ex embajadora en la ONU Jeane Kirkpatrick.Serra inició ayer sus entrevistas en el Pentágono con su anfitrión, el subsecretario William Taft, dirigidas a estimular la venta de material militar español. EE UU tiene pendiente una decisión para adquirir un importante pedido de morteros para el que compite una empresa privada española. La industria militar de España también trata de colocar en este mercado lanzagranadas, camiones de trans-, porte de ENASA y aviocares de Construcciones Aeronáuticas (CASA).

Pero el desequilibrio es tan grande (400 millones de dólares a favor de EE UU el pasado año, y 3.000 millones, de compras españolas de material militar estado unidense desde 1982, frente a unas ventas de 100 millones de dólares), que el objetivo de Serra es casi una misión imposible. Washington elogia continua mente el proceso de modernización del Ejército español y en susproyectos de ventas a España este año, con los 400 millones de dólares de la ayuda militar presupuestada para España, contra en vender helicópteros CH-47, misiles portátiles tierra aire Stinger (los mismos que Reagan entregará a la guerrilla de Afganistán y quiere enviar a la contra nicaragüense), misiles Tow y Harpoon, artillería autopropulsada de 155 mm. y torpedos MK-46. Serra expicará también a la Administración y al Congreso los programas industriales de defensa europeos en el seno de la OTAN. El ministro español de Defensa, Narcís Serra, preside el grupo independiente de programas de la Alianza Atlántica. En el Congreso, el secretario de Estado español se entrevistará con el senador Sam Nunn, una de las personalidades más influyentes en los ternas defensivos.El informe oficial elaboraclo por la delegación, afirma que los argumentos españoles para ajustar el nivel de fuerzas son "convincentes" y que "las reducciones puede que no conduzcan al cierre de base alguna"."EE UU", dice el citado Informe, "debe reconocer los deseos de la opinión pública española y trabajar en cooperación con el Gobierno de Madrid para lograr una presencia nortearnericana adecuada".

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