Alonso Moreno, 18 años seguidos en Madrid
EMILIO MARTINEZLa ganadería de Alonso Moreno de la Cová, cuyos toros se lidian esta tarde, lleva 18 años seguidos viniendo a Las Ventas. Fue en 1969 cuando estas reses debutaron en la feria. "Además", afirma el propietario, "en algunas ocasiones también fueron míos los toros de las corridas de la Prensa o de Beneficencia, con lo que en la arena de la Monumental han salido unas 150 reses de mi ganadería".
Aunque de la cantidad no tiene por qué deducirse la calidad, Moreno de la Cova también alaba la bondad de sus toros: "Sin ir más lejos, Espartaco cortó en la pasada feria isidril las dos orejas a un toro mío, alcanzando así él -y yo también, claro-, un gran éxito".
Esta asiduidad en Madrid del ganadero le ha dado sus frutos económicos. "Triunfar en Las Ventas", señala, "es más importante para nosotros que para los toreros, pues aunque tengamos comprometido el resto de las corridas, su precio sube y mucho".
Para Alonso Moreno son injustas las críticas que ciertos taurinos hacen a la afición madrileña por su exigencia del toro de trapío. Los aficionados piden lo que deben. Y así, el toro de Madrid "vale para cualquier plaza", dice; "a ver dónde pueden presumir de esto".
El público está con ellos
Ortega Cano y Julio Robles, que torean esta tarde junto a Espartaco, coinciden al afirmar -que el público de Madrid está con ellos.
El salmantino no se recata en asegurar que torea más a gusto ante la afición madrileña que en cualquier otro lugar. "Ella ha sido testigo de mis mayores éxitos", asevera, "y sabe valorarme como nadie".
Robles, que se siente torero de calidad y no de cantidad, elige sus compromisos. "Pero en el sentido de no cargarme demasiado de corridas, para no atorarme y desarollar el toreo que llevo dentro, sin prostituirme".
El cartagenero Ortega Cano sale al albero de la Monumental siempre con doble confianza: "En mis posibilidades y en la seguridad de que el público está conmigo.
CIaro, porque me lo he ganado a lo largo de muchos años. Pues soy uno de los pocos espadas que han conseguido llegar arriba por sus propios medios, sin ayuda de nadie".
También está consiguiendo Cano salirse del encasillamiento y de los carteles de banderilleros, tan frecuentados por el de Cartagena en anteriores temporadas. Creo ser un torero completo. Por ello, a partir de este año sólo banderillaré los toros con los que vea fácil el lucimiento". Es consciente de que puede tener problemas con los tendidos, que le exigirán que coja los palitroques: "Lo sé, pero sólo será al principio; después se acostumbrarán. No quiero encasillamientos".
Babelia
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