Miles de personas reclaman la denuncia del tratado con EE UU
La denuncia del tratado bilateral con Estados Unidos fue el objetivo principal de la VI Marcha a Torrejón, que convocada por la Comisión Anti-OTAN y diversas organizaciones, partidos y sindicatos, se celebró ayer en Madrid. Varias decenas de miles de manifestantes -125.000, según los organizadores de la marcha- recorrieron los 12 kilómetros que separan la capital madrileña del pueblo de Torrejón de Ardoz, bajo un tórrido calor y en un ambiente festivo la ausencia de representantes de la corriente del PSOE Izquierda Socialista (IS), asiduos en este tipo de manifestaciones, fue una de las notas predominantes de la marcha.
La manifestación, encabezada por una pancarta con el lema Denuncia del tratado bilateral con Estados Unidos. OTAN no, bases fuera, salió a las 10.45 del barrio madrileño de Canillejas, y concluyó cuatro horas más tarde en un recinto ferial del pueblo de Torrejón de Ardoz.La cabecera de la marcha estaba formada por representantes de las organizaciones convocantes, entre los que se encontraban Carlos Otamendi y Manuel Garí, por la Comisión Anti-OTAN; Marcelino Camacho, secretario general de Comisiones Obreras; José Prat, del sindicato CNT, y Josep Palau y Luis Otero por la Plataforma Cívica, así como el francés Bernard Ravenel, dirigente del movimiento pacifista europeo. La ausencia de líderes de Izquierda Socialista (IS), asiduos en este tipo de protestas contra las bases de utilización norteamericana, fue una de las notas destacadas de la manifestación de ayer.
La recién creada plataforma electoral Izquierda Unida -que difundió con gran profusión pegatinas con el lema "Izquierda Unida. Nos van a oír"- se manifestó tras una pancarta de saludo a la marcha de Torrejón. Algunos de los, líderes más destacados de la plataforma electoral Izquierda Unida -Gerardo Iglesias (secretario general del Partido Comunista de España), Ramón Tamames, Alonso Puerta y Jaime Miralles- se personaron al inicio de la marcha, y, tras los saludos pertinentes, la abandonaron poco después para continuar las negociaciones sobre las listas electorales.
Entre los manifestantes se encontraba Santiago Carrillo, presidente de la Mesa para la Unidad de los Comunistas. Carrillo, resguardado del sol por una visera blanca, marchaba al lado de Julián Ariza y de Adolfo Piñedo, dirigentes también de ese partido.
Tono festivo
La manifestación tuvo en todo momento un carácter festivo y dominguero, con profusión de improvisados gorros de papel y litronas (botellas de litro)
La aparición de dos hombres disfrazados de Don Quijote y Sancho Panza, que se unieron a la marcha cuando pasaba junto al puente de San Fernando, fue saludada con gran algarabía.
Don Quijote, a lomos de un caballo y blandiendo una lanza, y Sancho Panza, en una poco briosa mula, miembros de la Comisión Anti-OTAN de Carabanchel, quisieron representar simbólicamente al pueblo español frente al "imperialismo norteamericano".
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