_
_
_
_
_

Unas elecciones parciales ponen a prueba a las tres grandes fuerzas políticas del Reino Unido

Los británicos acudieron ayer a las urnas para elegir a dos diputados al Parlamento de Westminster y a 5.400 cargos locales y regionales, en la prueba electoral más importante para medir el grado de aceptación de los partidos desde las generales de 1983. Aunque nadie niega la importancia de las local elections o comicios locales, en las que se elegirán concejales y miembros de los consejos metropolitanos y de condados en Inglaterra, Escocia y Gales, la atención prioritaria está centrada en las dos elecciones parlamentarias parciales: en Ryerate, en el condado de Yorkshire, y en West Derbyshire.

Las elecciones parciales o by elections han sido convocadas por el fallecimiento y la dimisión, respectivamente, de los titulares de dos escaños, ganados por los conservadores con cómodas mayorías superiores a los 15.000 votos en las elecciones generales de hace tres años. Sin embargo, a pesar de esas mayorías y a pesar de que las dos circunscripciones electorales son eminentemente rurales y agrícolas y han estado en manos de los tories durante los últimos 30 años, existe la posibilidad de que por lo menos una de ellas, West Derbyshire, amanezca hoy en manos de la Alianza de liberales y socialdemócratas, según indican las encuestas publicadas más recientemente.La última elección parcial, celebrada el pasado mes en el londinense Ayuntamiento de Fulham, produjo la victoria del candidato laborista y confirmó la tendencia a la recuperación del partido gracias al estilo moderado impuesto por su líder, Neil Kinnock. La elección del candidato laborista en Fulhani supuso un golpe a la moral de las filas liberales y socialdemócratas, al terminar su candidato en tercer lugar. Los resultados de Ryedale y West Derbyshire son muy importantes para los tres partidos.

Para los conservadores, la pérdida de una sola de las dos circunscripciones supondría una seria advertencia con vistas a las próximas generales. Curándose en salud ante eventuales resultados adversos, un colaborador muy cercano a la primera ministra, Margaret Thatcher, declaró al regreso de Tokio de la líder conservadora que "las elecciones parciales generalmente sólo constituyen acontecimientos para los medios informativos" y que no son representativas.

La Alianza quiere ser árbitro

Para los liberales y socialdemócratas de la Alianza, un resultado negativo en los dos distritos supondría abandono de cualquier esperanza de desempeñar un papel de árbitros en las próximas elecciones generales, y el fin de la teoría de sus líderes de que el Reino Unido ha pasado de ser un país bipartidista a otro tripartidista. Los laboristas, que esperan mejorar esencialmente su actuación en unas circunscripciones de arraigado conservadurismo, albergan la esperanza de, al menos, conseguir el escaño de Ryedale. Curiosamente, el resurgir del laborismo en todo el país puede resultar el mejor aliado de los conservadores. para poner freno a las esperanzas de la Alianza y conservar uno o los dos distritos.Sin embargo, donde los laboristas salieron claramente favor¡tos fue en las elecciones locales, en las que se renovaron 5.408 cargos en los 32 ayuntamientos de Londres, en los 12 consejos regionales e insulares de Escocia y en un tercio de los 36 distritos metropolitanos ingleses, 123 distritos de condados ingleses, seis distritos galeses y, por primera vez, todos los cargos de la Inner London Education Authority (autoridad educativa del Gran Londres). Según las últimas encuestas sobre las elecciones locales, un 41% era partidario de votar laborista, un 33% conservador y un 22% a la Alianza.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_