El viento de las cumbres afecta a los más débiles
Los mercados de valores han conseguido mantener la tendencia al alza pese a la insistencia de algunas partidas realizadoras en torno a la mayoría de los sectores industriales. El empuje de dos grupos, electricidad y comunicaciones, es más que suficiente para prolongar las alzas e intentar lo que por ahora parece la única finalidad de los mercados, llegar a la cota del 200%. Barcelona estuvo a punto de conseguirlo ayer, quedando tan sólo a cinco centésimas de la ansiada meta, mientras que Bilbao se mantiene por encima del listón y las otras dos bolsas se encuentran todavía a más de 10 puntos, aunque en esta última jornada han apretado de firme.El dinero ha vuelto a presionar con fuerza sobre los valores eléctricos, dando lugar otra vez a la confección de listas de compradores y vendedores. Cuatro de los componentes de este sector no consiguieron reunir el papel suficiente para poder cotizar, y los demás han registrado subidas espectaculares, entre las que destacan las de los valores llamados pequeños. La contratación del grupo no podrá ser muy alta debido a estas ausencias, pero el interés de los inversionistas está asegurado por la presencia de algunos rumores que afectan a las sociedades de segunda fila. En cuanto a la contratación de los demás grupos, este mes ha comenzado fuerte, si se tiene en cuenta que cada día se quedan sin contratar alrededor de 40 valores ante la falta de papel, y en pocos casos de dinero.
Otro de los valores favorecidos por el dinero es Telefónica, aunque la próxima aparición de su filial en el mercado está desplazándola a un segundo plano. El sistema de subasta, elegido para iniciar la cotización de las acciones, hace que los tanteos previos se hayan disparado, al igual que sucederá, sin duda, con la sociedad papelera que esta maflana inicia su andadura en el mercado. La falta de alternativas para colocar los excedentes conseguidos a lo largo de este ejercicio puede plantear a los nuevos valores los mismos problemas que padece el resto.
Los que no terminan de limpiar su entorno de saldos vendedores son los valores bancarios, que nuevamente se han quedado rezagados con respecto a los otros grandes grupos. La pérdida registrada ayer los sitúa a las puertas del 200%, nivel que fueron los primeros en alcanzar y que ahora les va a costar trabajo mantener. No obsante, su cualidad de valores seguros los mantiene como reserva, al igual que ha sucedido con las eléctricas. El saldo global de los siete grandes sigue siendo vendedor, aunque se ha visto reducido de manera importante, al igual que sucedió con los títulos negociados. En esta ocasión, sólo dos valores de este reducido grupo han conseguido mantenerse al alza, registrando los de más pérdidas entre 5 y 10 enteros, y una sola repetición.
En cuanto a los sectores industriales, la situación se vuelve más compleja cada día y sólo recomendable para expertos. Las entradas y salidas se efectúan a una velocidad de vértigo capaz de descolocar a los no iniciados. El ejemplo de Sarrió en esta última sesión, alcanzando su máxima cotización del año para inmediatamente perder 15 enteros, es significativo del ambiente que se empieza a respirar.
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