Arquitectura y expolio

Desde hace bastantes años vengo ocupándome de las piezas arquitectónicas españolas en el exilio; sobre ellas versé mi tesis doctoral y son varios los trabajos que sobre el tema he publicado. Por todo ello me ha sorprendido el artítulo El gran expolio, publicado en el diario EL PAÍS el domingo 27 de abril, y no precisamente por su rigor ni exactitud. Parece deducirse del mismo que el autor ha manejado para su documentación material publicado por mí (aun cuando no lo cite), pero lo ha hecho con marcada ligereza, y el resultado es ciertamente lamentable. Como puntualización a los errores cometidos por J. C. D. en el referido artículo, quiero precisar lo siguiente:Ovila se escribe con uve, no Obila; la portada del monasterio está reconstruida en el De Young Memorial. Museum de San Francisco. El resto del cenobio es un montón de piedras en el Golden Gate Park. En el mismo museo hay además un magnífico artesonado procedente de Torrijos y una sillería de coro de la provincia de León.

El monasterio de Sacramenia está reconstruido en North Miami Beach.

El autor confunde el convento de Santa Cuéllar con el convento de San Francisco de Cuéllar. Piezas del mismo están en el museo de la Hispanic Society de Nueva York (sepulcros de la familia De la Cueva), pero la mayor parte de las piedras del ex convento está hoy en el castillo de Viñuelas. En Miami se conservan 10 doseletes con escudos, encastrados en los muros del reconstruido claustro de Sacramenia.

El castillo de Benavente, como todo el mundo sabe, está en Zamora, y no en Murcia. Una porción del mismo fue comprada por Hearst y hoy se desconoce su paradero (desde luego no está en San Simeón). En el Hearts Castle de San Simeón se encuentran al menos 12 artesonados españoles de diversa procedencia, así como numerosas piezas de otra índole.

Dos frescos de San Baudelio de Berlanga se encuentran en el museo de Indianápolis.

Con relación a Arthur Byne le indicaré que su actividad mercantil se extendió desde 1914 a 1935, y no sólo para Hearts, sino para otros muchos millonarios y coleccionistas americanos. En un trabajo publicado recientemente en el boletín de la Academia de Bellas Artes de San Fernando establezco la relación de piezas extrañadas por este agente a Estados Unidos.

Finalmente, y con relación a una supuesta misión secreta de dos arquitectos españoles en EE UU, puedo decirle que no hay tal película de espías; tan sólo un convenio entre la Dirección General de Bellas Artes y Archivos y el National Park Service para el estudio y documentación del pasado arquitectónico español en Estados Unidos durante la etapa colonial. El periodista ha mezclado confusamente mis investigaciones particulares de carácter histórico con una actividad cultural del departamento de Monumentos de la Dirección General de Bellas Artes-y Archivos.- José Miguel Merino de Cáceres. .