Noche de motines en las cárceles brítánicas a causa de una huelga de funcionarios
Una oleada de rebeliones y disturbios que provocó fugas masivas de presos azotó en la madrugada de ayer las cárceles del Reino Unido La violencia desatada, que forzó la intervención policial en algunas cárceles, se inició al comenzar los funcionarios una huelga de celo y un boicoteo a las horas extras, en respuesta a la afirmación del Gobierno de que su número es "innecesariamente alto".
Los funcionarios decidieron, en la tarde de ayer, suspender el paro realizado en las 134 cárceles del país, a fin de "crear un clima propicio para el desarrollo de negociaciones constructivas" con las autoridades.
Seis cárceles se encontraban ayer en estado de alerta, mientras continuaba la búsqueda de un número indeterminado de prisioneros -se estima que puedan ser unos 40- que escaparon aprove chando los motines.
Los incidentes más graves tuvieron lugar en la prisión de Northeve, en el condado de East Sussex -sur de Inglaterra-, de la que escaparon 12 internos.
La rebelión corrienzó cuando los funcionarios intentaron hacer regresar a los presos a sus celdas, tras un período de ejercicio en el patio. Los internos amotinados atacaron a los funcionarios con toda clase de proyectiles arrojadizos, y lograron expulsarlos de algunas zonas del establecimiento, al que, inmediatamente, saquearon e incendiaron parcialmente. Ni la policía ni los funcionarios de prisiones han logrado aún recuperar totalmente el control de este centro.
En la cárcel de Highpoint, situada en las afueras de Newmarket -suroeste de Inglaterra-, los bomberos tuvieron que acudir cinco veces durante la noche para sofocar los diversos incendios iniciados por los amotinados. Cuatro funcionarios de este centro hubieron de ser internados en un hospital, tras resultar intoxicados por el humo, según informaron fuentes de la dirección del establecimiento.
En la cárcel de Hordfield, también en el suroeste de Inglaterra, los amotinados lograron hacerse con el control de dos alas del establecirniento y expulsaron a los funcionarios. Miembros de la polícia antidisturbios acompañados por perros entraron en el centro y lograron reducir a los presos y recuperar el control de todo el edificio, que ha resultado seriamente dañado.
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