_
_
_
_

La junta de accionistas del Banco Central aceptó mantener el dividendo

El presidente del Banco Central, Alfonso Escámez, no tuvo que enfrentarse a ningún accionista cuando en la junta general de la entidad, celebrada ayer, explicó que el dividendo del ejercicio pasado era el mismo que el repartido con cargo a 1984. Las explicaciones que dio sobre la necesidad de sanear al máximo los bancos filiales adquiridos del Fondo de Garantía de depósitos y el anuncio de que la marcha del primer trimestre de 1986 auguraba unos mejores resultados debieron bastar.

El Banco Central obtuvo en el ejercicio pasado 15.064 millones de pesetas de beneficios, después de destinar 4.000 millones al pago de impuestos, cifra ligeramente superior a la de 1.984. Por ello, el Consejo de Administración propuso a la junta de accionistas mantener el mismo dividendo por acción - 115 pesetas- y destinar el resto a aumento de las reservas. Alfonso Escámez dio cuenta de los cambios habidos en el Consejo de Administración y en la gerencia de la entidad durante el último año, entre los que destacaron la salida del consejo de los hermanos Fierro, la entrada en el mismo de dos personas que hasta entonces eran directores generales, el nombramiento de Epifanio Ridruejo como consejero director general de la entidad y la designación como vicepresidente de la entidad de Luis Coronel de Palma.El presidente del Banco Central señaló que la cifrade morosos que tiene la entidad asciende a 41.000 millones de pesetas, de los que 38.000 millones están provisionados, y que la deuda latinoamericana asciende a un total de 66.000 millones de pesetas, existiendo unos fondos de provisiones superiores a los 8.000 millones de pesetas. En el mismo sentido recalcó que el fondo para cubrir las pensiones efectivam ente causadas está cubierto por encima de las necesidades, según estudios actuariales.

Los modestos resultados que reflejan las cuentas del Banco Central y el balance consolidado de las entidades del grupo fueron explicados por Alfonso Escámez como consecuencia del esfuerzo de saneamiento llevado a cabo en buena parte de los bancos filiales. El Banco de Granada y el de Crédito e Inversiones -que absorbieron en 1985 al banco de Sevilla y el Noroeste, procedentes de Rumasa- amortizaron parte de las pérdidas acumuladas, lo mismo que afloraron otras en el Internacional de Comercio y el Banco de Valencia.

En su interverición, Alfonso Escámez se refirió a los resultados de las grandes empresas industriales y de servicios en las que participa el grupo Central, y anunció la posibilidad de que Andaluza de Piritas, a pesar de su creciente explotación, incurriera en unas pérdidas cifradas en unos 2.000 millones de pesetas.

Para Escámez, el ejercicio de 1985 ha tenido unos resultados pequeños como consecuencia de la pérdida de valor del dólar respecto a la peseta, "ya que no es lo mismo ganar un dólar cuando éste vale 180 pesetas que cuando se reduce a 140 pesetas". En el primer trimestre de 1986, los recursos generados por el Banco Central ascienden a 16.000 millones de pesetas, lo que representa un incremento del 28% sobre el año anterior.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_