La coincidencia con el Mundial reducirá los mítines

Casi todos los partidos políticos piensan realizar campañas con pocos mítines y volcadas básicamente en la publicidad y en los medios de comunicación, según dijeron ayer fuentes de diversas formaciones.La coincidencia de la campaña -que debe comenzar el 31 de mayo y durará 21 días- con la celebración del Campeonato Mundial de fútbol impondrá "un nuevo estilo"según uno de los planificadores de la estrategia de Coalición Popular, que este fin de semana comenzará la elaboración de sus listas de candidatos.La publicación, hoy, del decreto de disolución de las cámaras legislativas inicia la cuenta atrás hacia las elecciones, convocadas en el decreto.

Las características especiales de la campaña electoral que se avecina -pese a que los mítines no coincidirán, en cualquier caso, con más de cuatro partidos de la selección nacional de fútbol conceden una importancia mayor que nunca a los medios públicos de difusión en general y a la televisión en particular.La primera reacción de Coalición Popular al conocer la anticipación de las elecciones legislativas consistió en proponer la creación de una comisión de vigilancia de la información transmitida por TVE, algo a lo que el Gobierno no accederá, según dio a entender ayer el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Eduardo Martín Toval.

También los comunistas declararon ayer: "Las elecciones serán difíciles para nosotros con el actual equipo rector de Radiotelevisión Española".

Todo hace pensar, por tanto, que la precampaña que ha quedado inaugurada ahora se centrará, por parte de la oposición, en la reanudación de los ataques contra el director general del Ente, José María Calviño, y su equipo, según reconocieron ayer fuentes de Coalición Popular, que, no obstante, aseguraron que harán una campaña "no agresiva": "Ni ataques ni dossiers", dijeron estos medios.

Los distintos partidos que componen la coalición -reunirán a sus respectivas direcciones a lo largo de esta semana y, a comienzos de la próxima, los tres líderes populares -Manuel Fraga (Alianza Popular), Óscar Alzaga (Partido Demócrata Popular) y José Antonio Segurado (Partido Liberal)- celebrarán uno de sus encuentros habituales, aunque esta vez la cumbre esté rodeada de un interés especial.

Listas del PSOE

Los tres dirigentes de la coalición se manifiestan interesados, pese a las desavenencias semipúblicas que han mantenido en las últimas semanas en torno a diversos temas, en ofrecer una imagen pacificada cara a la opinión pública, especialmente en unos momentos preelectorales.

Pese a ello, ningún dirigente democristiano deja de admitir, en privado, que "todo se replanteará" y, desde luego, los pactos de la coalición, inmediatamente después de las elecciones del 22 de junio, aunque "mucho dependerá de, los resultados". Hasta entonces, la intención de AP, PDP y PL consiste en respetar "escrupulosamente" los pactos firmados el pasado julio, que prevén que AP tendrá el 67,5% de los puestos en las listas electorales, los democristianos el 21% y los liberales, el 11,5 %, para evitar que surja cualquier litigio público por este tema.

La intención inicial de los estrategas de la coalición consiste en procurar que la campaña de Fraga se limite a las grandes ciudades, evitando los recorridos de miles de kilómetros por pueblos y aldeas que habitualmente realiza el presidente de AP antes de cada elección.

En cuanto a las listas electorales de los socialistas, fuentes del PSOE aseguraron que se prevé que "alrededor de un 70%" de los actuales parlamentarios concurran a las elecciones, incluidos los actuales eurodiputados socialistas. Ayer comenzaron, incluso, a circular los nombres de posibles cabezas de candidatura en diversas provincias, entre los que está el ministro de Educación, José María Maravall, que se asegura concurrirá por Valencia, el titular de Economía, Carlos Solchaga, por Pamplona, y Felipe González, Alfonso Guerra y José María Benegas por Madrid, de acuerdo con los planes iniciales. Será, en todo caso, el comité federal del PSOE, que se reunirá entre los días 9 y 11 de mayo, el encargado de dar el visto bueno a las listas, elaboradas a partir de propuestas de los comités locales.

Tanto los populares como los socialistas se afanan ahora por ultimar sus programas electorales. El del PSOE estará acabado antes de diez días, y ayer se reunió en Chinchón (Madrid) el equipo encargado de preparar el programa de Gobierno de Felipe González -se pretende distinguirlo del programa electoral-, equipo que está encabezado por el director del Gabinete de Presidencia, Roberto Dorado. Según Javier Solana, portavoz gubernamental, la clave de la campaña del PSOE girará en torno a la idea "consolidar lo realizado". Solana, en declaraciones a RNE, negó que el Gobierno hubiera querido "coger por sorpresa" a la oposición con el adelantamiento de las elecciones y dijo que, en su opinión, Coalición Popular no hubiera presentado "en ningún caso" la moción de censura con la que amenazaba.

Las palabras de Solana son un desmentido a las especulaciones que señalaban que el adelanta miento de los comicios pudiera es tar motivado, en porte, por el de seo gubernamental de evitar la presentación de la moción de censura. Todas las fuentes oficiales insistieron ayer en que fue el deseo de "contribuir a la estabilidad económica" del país el principal motor de la disolución anticipada del Parlamento: "Desde el punto de vista económico, es imposible no estar de acuerdo con la celebración de las elecciones en junio", dijo ayer Carlos Solchaga. Según los medios gubernamentales, Felipe González, quien "daba vueltas" a la hipótesis de adelantar las elecciones desde hace casi un mes, consultó, en el Consejo de Ministros del pasado viernes, la opinión de los miembros del Gabinete sobre una eventual anticipación, aunque no comunicó formalmente sus planes al pleno del Gobierno hasta el lunes.

La encuesta del CIS

Acerca de la influencia que sobre la decisión de González pudieran haber tenido los sondeos reservados en poder del Ejecutivo, Alfonso Guerra negó ayer que exista una encuesta reciente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Sin embargo, fuentes del CIS confirmaron que, tras la celebración del referéndum, se realizó un sondeo sobre 2.500 electores, cuyos resultados han sido recientemente conocidos y que, básicamente, arroja, para socialistas, populares y comunistas, intenciones de voto similares a las de octubre de 1982. La única incógnita, de acuerdo con los medios del CIS consultados por este periódico, consiste en saber el atractivo electoral que tendrá el Centro Democrático y Social de Adolfo Suárez, dado que no se advierte un despegue significativo de los reformistas acaudillados por Miquel Roca.