150 españoles viven aún en el Líbano musulmán

Unas 150 personas componen la colonia española residente en Beirut oeste y otros lugares del Líbano musulmán. La inmensa mayoría son mujeres casadas con libaneses que estudiaron en España y los hijos de estos matrimonios. Los adultos españoles en territorio controlado por milicias musulmanas pueden contarse con los dedos. Hasta ahora, los españoles de Beirut oeste, Sidón, Tiro, Trípoli o el valle de la Bekaa no han sido importunados, incluso cuando un norteamericano y dos británicos han muerto ya como represalia por el bombardeo a Libia.

La situación de la colonia española es, sin embargo, muy dura tras la partida forzosa en los últimos días de los escasos europeos del oeste y norteamericanos que quedaban en el sector musulmán de la capital libanesa. Por una parte, se han ido muchos amigos; por otra, la sensación de aislamiento del mundo occidental se ha incrementado. Además, desde el pasado verano, la Embajada y la cancillería españolas en Líbano están en el sector este o cristiano de Beirut, y los diplomáticos afirman que Madrid les ha prohibido terminantemente atravesar la línea verde, aunque sea para ayudar a compatriotas en apuros en el otro lado.En Beirut oeste queda aún una pequeña oficina que tramita visados y en la que trabajan españolas casadas con libaneses y personal local. Esa oficina está en el Centro Cultural Español en Beirut, que ahora no realiza ninguna actividad. Un programa de enseñanza de castellano, en el que a comienzos de curso se inscribieron decenas de libaneses, no ha comenzado aún sus clases. Estos días se están devolviendo las cantidades entregadas en concepto de matricula por los que pretendían ser alumnos del Centro.

Ayer, la impresión de últimos de Filipinas se agudizó, al no recibir la valija diplomática que semanalmente llega a Líbano desde Madrid y cuyo contenido es distribuido por la embajada entre los españoles residentes a ambos lados del frente de batalla beirutí. Por otra parte, el embajador español en Líbano, Pedro de Arístegui, está ausente de Beirut desde la pasada Semana Santa. Disfruta de unas vacaciones que no se había tomado y del permiso que le corresponde con motivo, de su reciente boda con una libanesa maronita.

El Estado español tiene un conflicto pendiente con una familia shií libanesa, los Rahal, dos de cuyos miembros están presos en España, con una condena de 23 años de cárcel por haber herido a un diplomático libio en Madrid. El pasado enero, un grupo armado secuestró y luego liberó a un geo y dos diplomáticos españoles. El movimiento shií Amal, con el que simpatizan los Rahal, ha calificado las condenas de los dos detenidos en España de "exagerada, brutal y tercermundista".