Horario y salud
El adelanto de una hora que se practica en España desde el mes de abril al de septiembre, sobre un horario ya adelantado en invierno, es pernicioso para la salud. Lo saben bien los agricultores y ganaderos, que sencillamente lo ignoran (el gallo que cantaba a las seis, ahora lo hace a las siete sin que su dueño le castigue por eso); lo saben los médicos, por estudios científicos que acreditan trastornos en niños y adolescentes; lo sabemos los padres, que no acertamos a dormir a nuestros hijos a su hora habitual y vemos disminuido su descanso; lo sabemos también quienes trabajamos, que al levantarnos experimentamos mayor malestar y fatiga; lo sabe hasta Televisión Española, que a partir de estas fechas retrasa el cierre de sus emisiones (¿por qué será?). Saberlo, creo que lo sabemos todos. Desde el gallo a Televisión Española.Este adelanto de una hora suplementaria no es, por otro lado, algo que venga de siempre. Coincide curiosamente con los últimos 10 años, como una herencia inde seada de los primeros Gobiernos de UCD.
Los presuntos beneficios de esta medida ya han sido cuantificados y publicados: unos 6.000 millones de pesetas en ahorro del consumo energético. Esto representa 175 pesetas por habitante y año. Es una medida estupenda esta del ahorro. A cambio de salud, trastornos educacionales y laborales y pérdida de todo un sentido de la civilización (¿dónde queda aquello de las diez de la noche?, ¡ahora son las once de la tarde o las cinco. del mediodía!) me vengo ahorrando dos reales diarios.
Pues bien, señor director. Este es un tema digno de unas páginas de crítica cívico-radical, de las que EL PAÍS periódicamente edita, a Dios gracias. Y por si no lo hiciera, y ante la aparente indiferencia de partidos, sindicatos, plataformas colegios médicos, y defensores del pueblo, si la única razón de la sinrazón es que a la postre hay que pagar, desde este momento ofrezco al ministro del ramo 175 pesetas por mi persona y otras 525 por mi familia a cambio de que nos deje vivir como siempre hemos vivido. Si por 175 pesetas por habitante al año se justifica la postergación a la economía de las leyes de la naturaleza..., ¿qué no se hará por 40 duretes? Si alguien tomara esta antorcha, millones de españoles se lo agradeceríamos. Aun sin saberlo.-
