Cuatro empresarios de la RFA afirman haber vendido armas a través de España

Cuatro directivos de la compañía Rhainmetall, de la República Federal de Alemania (RFA), que están siendo juzgados en Düsseldorf por venta ilegal de armas a Argentina, Arabia Saudí y Suráfrica, reconocieron ayer por primera vez haber realizado estas operaciones a través de terceros países. Éstos fueron, según declararon, España, Italia y Paraguay en tres operaciones de ventas diferentes.Las operaciones con los tres países citados en primer lugar no hubieran recibido la aprobación preceptiva del Gobierno de la RFA al estar incluidos en zonas de conflicto. Por ello, los directivos de Rhainmetall presentaron a las autoridades de Alemania Occidental una documentación que fijaba como destino final de las exportaciones a los dos países europeos, Italia y España, y a Paraguay. Los procesados, que hasta ayer no habían querido declarar ante el tribunal, negaron haber violado las leyes de la RFA, ya que, según dijeron, la responsabilidad de la exportación a las zonas de tensión ya no recaía sobre ellos, al pasar por intermediarios.

Los cañones automáticos y una partida de antiaéreos vendidos a la dictadura argentina, en los años setenta, fueron montados en España, según reconocieron ayer, y la compañía de la RFA fue la encargada de gestionar los transportes hasta su verdadero destino final, al otro lado del Atlántico.

En Argentina, los cañones automáticos fueron montados en carros de combate de los tipos TAM y VCTA, las versiones argentinas de los carros alemanes Leopard 2 y Marder. De las 512 carros de combate equipados con estos cañones, parte fue reexportada por la dictadura militar argentina a Paquistán, Libia y Siria. Estos países tampoco pueden ser destino de exportaciones legales de armas de la RFA, según las leyes federales.

En 1977, la venta de una instalación para la fabricación de munición a Suráfrica fue hecha a través de Paraguay. La operación supuso para Rhainmetall unos 4,5 millones de marcos (315 millones de pesetas). A Arabia Saudí se exportaron 1.500 ametralladoras a través de una compañía italiana que cuenta con una producción con licencia de Rhainmetall. Esta operación, realizada en 1978, fue la que, tras una inspección de la dirección de Hacienda de Düsseldorf, reveló las irregularidades.