El congreso del PCI defiende los nuevos movimientos sociales
Giovanni Berlinguer, hermano del fallecido secretario general del Partido Comunista Italiano (PCI) Enrico Berlinguer, recibió ayer una cálida acogida en el 17º Congreso del PCI, que se celebra en Florencia, al realizar su apasionada defensa de los nuevos movimientos sociales, como los integrados por pacifistas, ecologistas, antinucleares y los de liberación de la mujer. Los asistentes al congreso aplaudieron reiteradamente su intervención.
Berlinguer afirmó que querer encuadrar a esos movimientos en la vieja izquierda europea no era una generosidad, ya que están más allá y constituyen la nueva izquierda, para la que pidió la atención del congreso.Por su parte, el intelectual Asor Rosa, otra de las voces críticas del congreso, también fue muy aplaudido cuando dijo: "No me palpita el corazón cuando siento la palabra unidad. No porque no sea importante, sino porque es sólo un instrumento del que se sirve la política. No es un valor supremo. Tendríamos que haber tenido el coraje de escribir en las tesis que el principio de la unidad del partido se funda y se garantiza con la vida democrática interna". Rosa dijo que la unidad debía ser, si acaso, "fruto de una síntesis política y no de un trabajo de mediación". Y acabó con estas palabras, subrayadas por los aplausos: "Y, si algo o alguien se queda fuera, mejor. Porque no existe organismo democrático en el que no se manifieste junto con el principio de unidad el otro no menos importante de la oposición".
Uno de los elementos que dominaron ayer la crónica y las conversaciones del congreso fueron unas declaraciones de Vadim Zagladin, vicejefe del Departamento Internacional del Partido Comunista de la URSS e integrante de la delegación soviética presente en Florencia, quien subrayó la satisfaccicón de Moscú por el cambio que está dando el PCI en la línea de la socialdemocracia europea.
