Desigualdad de sexos,

¿Qué ocurre cuando tina mujer separada de su esposo de hecho, desde hace cuatro años, tiene un hijo y quiere reconocerlo como suyo? Se exige la presencia de dos testigos en el momento de la inscripción, que avalen la veracidad de la separación alegada por la mujer; que testifiquen que es verdad lo que dice, ya que su sola palabra y voluntad no sirve.Es curioso la ley de 1981, modificadora del Código Civil en materia de filiación y que en principio es progresista, siga tratando a la mujer como a un a menor, como a una incapacitada legal que requiere la tutela de un adulto (en este caso de dos) para el ejercicio de sus derechos. ¿Cuáles son los argumentos racionales que justifican la presencia de éstos? Como argumento, no se puede apelar a la presunción de paternidad, ya que hablamos de una separación de cuatro años; y dicha presunción según el artículo 116 de la referida ley sólo hace referencia a los hijos nacidos antes de los 300 días de la separación...

Los domicilios de los testigos, como en muchas ocasiones puede comprobarse, son distintos y distantes de cualquiera de los cónyuges...Y como son testigos traídos por la mujer, dirán lo que ésta quiera. Ante el frágil testimonio que puedan aportar y lo fácil que sería "creer" lo que la mujer dice, sólo veo una explicación psicológica para dicho requisito: el inconsciente le ha traicionado al legislador, poniéndose rápidamente en funcionamiento y dándole el ¡alto! a la nueva ley de filiación. Su super-yo, ese censor psicológico resistente al cambio, debe pensar: " ¡Bastante genefósa es la nueva ley con la mujer separada, ya que hasta su reforma tenía que inscribir a sus retoños como de madre desconocida; la humillación de los testigos, por tanto, es un reducidísimo, precio por lo otorgado!".

Es innecesario decir que en igual situación el hombre no precísa a nadie que apoye su palabra.-