Los participantes del Seminario sobre Periodismo y Violencia, en contra de silenciar las acciones de las bandas armadas
El rechazo unánime a las tesis que proponen silenciar las acciones terroristas y al reconocimiento general de que el terrorismo busca convertirse en noticia constituyen dos de las escasas conclusiones de la I Jornada del Seminario sobre Periodismo y Violencia que organiza en San Sebastián el Instituto de Prensa Internacional (IPI). La mayoría de los ponentes, entre ellos el abogado de Herri Batasuna Iñigo Iruin y el presidente de Euskadiko Ezkerra, Juan María Bandrés, coincidieron ayer en criticar los artículos 4 y 10 de la ley antiterrorista que regulan la apología del terrorismo y en rechazar otros límites a la libertad de expresión que los impuestos por las leyes ordinarias.El director de Diario 16, Pedro J. Ramírez, apuntó la necesidad de que los medios de comunicación se sometan a su propio autocontrol y Carlos Soria, director de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Navarra, señaló que los medios informativos deben asumir una cierta responsabilidad en la tarea de pacificación de la sociedad.
Carlos Soria dijo que la relación entre información-violencia-terrorismo se plantea hoy en términos dramáticos porque por primera vez se ha mundializado la información y porque el terrorismo se resiste a ser tratado bajo los criterios informativos que se aplican a los sucesos normales. "Existe ya una sociedad intercomunicada, el mundo se ha convertido en una gran aldea global y los criterios de la violencia clásica no son aplicables al terrorismo porque generalmente", dijo Soria, "sus acciones se producen con el propósito de convertirse en noticia".
Citó Carlos Soria a una serie de autores que sostienen que el éxito de una acción terrorista depende de la publicidad que se obtiene y señaló que en contraste con ese terrorismo el practicado por los Estados aspira siempre al silencio. A su juicio, el terrorismo constituye una metodología, más que una ideología, un lenguaje violento que necesita a los medios de comunicación como testigos y que considera importante no a sus víctimas, relegadas a simples objetos, sino al mensaje que sus acciones constituyen.
Negó Carlos Soria las teorías que consideran al terrorismo la expresión de una violencia sin sentido, irracional, y subrayó que en la base de todos los terrorismos hay una problemática real que sirve de soporte.
Por su purte, el director de Europa Press, Antonio Herrero, propuso un periodismo aséptico y José Felix Azurmendi, director del diario Egin afirmó que diariamente está obligado a convertirse en Juez y censor de sí mismo y dijo que la legislación especial se aplica discriminadamente violando los principios de libertad ante la ley y la libertad de expresión. Azurmendli, al igual que el gerente de su periódico, se encuentra actualmente procesado por un presunto delito de apología del terrorismo.
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