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ACOSO A GADDAFI

Trípoli estrecha lazos con Argel a costa de su alianza con Rabat

La alianza entre Libia y Marruecos, sellada en Uxda por los jefes de Estado de ambos países en 1984, atraviesa actualmente su momento más bajo, si bien no se aprecian indicios que apunten la posibilidad de una ruptura a corto plazo, aseguran fuentes diplomáticas extranjeras acreditadas en Trípoli. Estas mismas fuentes destacan.el papel que está de sempeñando Argelia, especialmente tras el encuentro de febrero último en In Amena entre el líder libio, Muammar el Gaddafi, y el presidente argelino, Chadli Benyedid, y aseguran que la presencia argelina en Libia "se va notando por días, en detrimento de Marruecos".Es un trabajo de hormigas", comentó un embajador occidental a este corresponsal al ser preguntado por las relaciones entre Argelia y Libia. "Desde el encuentro de Gaddafi y Benyedid", aseguró, "se ha ido incrementarido el intercambio de delegaciones". La desconfianza y el distanciamiento con que Argelia actuaba frente a Libia tras el tratado que dio lugar a la, Unión Árabe Africana ya no es la misma. Aquí se habla con insisten cia de que pronto visitará Trípoli el número dos del Frente de Libera ción Nacional (FLN), Mohamed Cherif Mesadia, y, también de un nuevo encuentro entre, Gaddafi. y Benyedid, pero en territorio libio".

Los observadores occidentales en Trípoli miden el supuesto deterioro de la unión libio marroquí en dos aspectos. Uno de ellos es el ni vel de representación del Estado libio en la recepción que la Emba jada marroquí en Trípoli ofreció el 3 de marzo con motivo del 252 aniversario de la subida al trono de Hassan II. El Secretariado (ministerio) de Relaciones Exteriores libio envió a su número dos, Dan Sue Ddan, con categoría de viceministro. El otro aspecto es el con tenido del mensaje enviado por el rey de Marruecos a Gaddafi, tras el enfrentamiento con Estados Unidos, mensaje calificado internacionalmente como "moderado y contrario al artículo 12 del acuerdo", que dice que "cualquier invasión o agresión de qye pueda ser objeto uno de los países se considera una agresión contra el otro país".

Hassan II, en aquella ocasión, se limitó a expresar su "solidaridad total" con Trípoli por la doble incursión aérea de la VI Flota, no empleó calificativos sobre los hechos y evitó emplear términos como enfrentamiento, hostilidades y agresión, que suelen ser utilizados en este tipo de mensajes, máxime cuando la acción se dirige contra un país aliado, y más aún cuando ésta alcanza el plano militar. "Conduciremos toda la acción necesaria para que se respete la integridad de la Libia hermanada", fue la frase más destacada del mensaje a Líbia del rey marroquí.

Sin embargo, existen otros hechos que ponen en evidencia que si Marruecos, por la guerra del Sáhara y por el descanso que le supo,ne tener al Frente Polisario fuera de la órbita libia, no quiere, romper con Trípoli, tampoco el coronel Gaddafi. quiere perder gratuitamente de un importante aliado como Hassan II. El rey marroquí posee la doble ventaja de ser un estadista que se deja escuchar en Occidente,y de ocupar un importante lugar en el mundo árabe moderado. "Gaddafi necesita ahora más que nunca de Hassan II", aseguraron las fuentes consultadas.

Un hecho que ha pasado inadvertido y que, sin embargo, tiene gran importancia ha sido el cambio ministerial libio, y en concreto la sustitución de Abdel Salam Afi Triki, hasta hace unas semanas secretario de Relaciones Exteriores (se encuentra bajo tratamiento médico en Suiza). Triki, que, por cierto, viajó a Marruecos horas antes de que se produjera la reunión de In Amena entre Gaddafi. y Benyedid, para inforinar a Hassan II de lo que iba a ocurrir, ha sido sustituido por el ex ministro del Petróleo libio, Karnel Hasan al Mansur, que ocupaba el cargo de secretario general adjunto de la Unión Árabe Africana.

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