El reajuste monetario
( ... ) La devaluación del franco francés ha pillado a la peseta en una zona de relativa fortaleza, debida básicamente ala sanidad de nuestra balanza por cuenta corriente, con un superávit que en los dos primeros meses de este año ha superado los 750 millones de dólares. Volviendo al primer día de la experiencia monetaria tras el reajuste de paridades, habría que significar cómo la peseta se ha quedado más cerca en sus primeros movimientos del marco alemán.que del franco francés, para desgracia española posiblemente. ( ... ) Al margen de la situación de la balanza de pagos de ambos países y de la competitividad, lo cierto es que unos seis puntos de inflación separan hoy a España de Francia, a favor de Francia, naturalmente, que se propone un objetivo del 2,3% para finales de este año, frente al 8% al que aspira España.Ha habido en todo el debate previo -bien escaso, por cierto- sobre lo que se iba a hacer con la peseta ante el reajuste monetario europeo un cierto regusto triunfalista que sería necesario no olvidar. Parece como si España fuera ya uno de los puntales de la Comunidad ampliada, habida cuenta de nuestra decisión, por una vez, de no devaluar en compañía de los más torpes de nuestros vecinos. En esta crisis, que tiene bastante de provocada y de artificial, la posicíón española ha aparecido casi como la de un socio poderoso e influyente al que algunos de sus vecinos invitan a una cierta revaluación de su moneda con invitaciones soterradas a una presunta y pretendida solidaridad. No olvidemos los riesgos de tales cantos de sirena, ya que tenemos una economía aquejada de la más alta tasa de inflación de los países comunitarios y con una tasa de paro que dobla a la del hoy devaluado franco francés. Son puntos de referencia que conviene no olvidar para sentar los pies sobre la tierra y evitar triunfalismos innecesarios.
8 de abril
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.