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Aedenat denuncia la existencia de cerca de 7.000 pararrayos radiactivos en Madrid

La Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat) ha denunciado la utilización incontrolada de fuentes radiactivas en cabezales de pararrayos, "propiciada por el vacío legal existente hasta el momento". Según un estudio de la asociación ecologista, realizado a partir de una muestra de 200 edificios nuevos o rehabailitados, existen en Madrid cerca de 7.000 pararrayos radiactivos. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) considera estos pararrayos instalaciones radiactivas a todos los efectos.

Las críticas de Aedenat se basan en informes realizados por el CSN, que propuso el pasado año al Ministerio de Industria y Energía que adoptara las medidas oportunas "para impedir la instalación de pararrayos radiactivos a partir del 30 de junio de 1986". Para el CSN, "los pararrayos radiactivos deben ser considerados como instalación radiactiva a todos los efectos" y deben respetar las Normas de Homologación de Aparatos Radiactivos, reguladas en 1975 por una orden ministerial.Según un portavoz de Aedenat, que cita como referencia los informes oficiales del CSN, "la presencia de cápsulas de materiales como el estroncio, el radio o el americio supone ya un peligro para la persona que manipule o tenga contacto directo con estos aparatos". "Sin embargo", añadió, "el peligro más evidente viene a través de la exposición indirecta al material radiactivo".

La incorporación de material radiactivo a la punta del pararrayos se justifica en la propiedad de estos materiales para ionizar el aire y facilitar el paso de electricidad'.

Un informe del CSN precisa que "es muy posible que ocurra un escape de material radiactivo en condiciones atmosféricas normales". La exposición del pararrayos a los elementos atmosféricos (lluvia, viento, oxidación, corrosión por humos, descargas eléctricas) o su vertido incontrolado en basureros entraña un serio peligro de contaminación por radiación

La instalación de un pararrayos radiactivo no plantea mayores problemas que la de uno convencional. Las instalaciones radiactivas están sometidas a un estricto control que incluye, entre otros requisitos, la presentación de una memoria de instalación, un estudio de seguridad y un plan de emergencia en caso de accidente, además de la obligación de presentar un informe anual al CSN. Los pararrayos radiactivos están prohibidos expresamente en Suecia y Francia y su uso está sometido a control o no recomendado en otros países occidentales.

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