El presidente panameño inaugura la 'cumbre' diplomática que busca la paz para Centroamérica

El presidente de Panamá, Eric Arturo del Valle, afirmó ayer que Centroamérica "exige y merece un tiempo de reposo" y un punto final a la "agonía injusta y contagiosa" que sufre. Del Valle inauguró ayer una cumbre diplomática de 13 países latinoamericanos convocados para desbloquear las negociaciones de paz en América Central, estancadas desde noviembre de 1985.

La cita es la que mayor número de delegados ha reunido desde que el Grupo de Contadora inició sus gestiones para buscar la paz en el istmo centroamericano, en enero de 1983.Del Valle, en un tono firme, expresó su "preocupación por los alarmantes acontecimientos de la región" y señaló que el Grupo de Contadora hace una "advertencia firme" a todos los amantes de la paz para que eviten "una escalada generadora de mayores conflictos y desgracias".

En la cumbre diplomática participan los cancilleres y vicecancilleres de los cuatro países de Contadora (Panamá, México, Venezuela y Colombia), los del grupo de apoyo (Brasil, Uruguay, Perú y Argentina) y los cinco centroamericanos (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica).

También asiste como observador y delegado de la Comunidad Europea el canciller holandés, Hans van der Brock, que está al frente de una misión de 10 diplomáticos.

"La paz", dijo Del Valle en la inauguración,"es nuestro destino y es el destino de todos los pueblos de Centroamérica, que exigen y merecen un tiempo de reposo, un pronto momento final a la agonía que sufren, agonía injusta y contagiosa que debemos ayudar a detener y extirpar".

"Estamos convencidos", agregó, "de que la paz honorable y justa, de que el entendimiento digno y de que la armonía fraternal prevalecerán entre los pueblos de Centroamérica, de que los cañones cesarán su siniestro ruido y de que una aurora de desarrollo y prosperidad marcará el renacimiento de una región enclavada en el centro del continente".

El mandatario panameño dedicó unas palabras al problema de la deuda externa en América Latina y afirmó estar convencido de que las diferencias económicas en el subcontinente son originadas en gran parte "por el peso insoportable del servicio de la deuda externa, de la injusticia en los términos del intercambio comercial y de la falta de recursos internacionales".

Los países convocados a esta cita reúnen más del 90% de toda la deuda externa en América Latina, estimada en 360.000 millones de dólares (más de 52 billones de pesetas).

Los problemas que origina el endeudamiento externo, según Del Valle, "son también una fuente muy preocupante de tensiones sociales y de amenazadores conflictos".

El presidente panameño afirmó que los delegados reunidos tienen en sus manos "los instrumentos de solución de los conflictos, de cuya sola voluntad política dependen para que estos tiempos de sombra y de guerra se conviertan en tiempos de luz, de armonía y de paz".

La cita se desarrolla en el salón Panamá de un hotel de esta capital, que estaba abarrotado por el alto número de diplomáticos presentes.

No se ha facilitado oficialmente la agenda del encuentro, que concluirá en la noche de hoy, domingo, pero la cancillería informó que se reanudará "en forma inmediata" la negociación del Acta de Contadora para la Paz y Cooperación en Centroamérica.

La redacción de este tratado de paz está suspendida desde el mes de noviembre del año pasado y aún quedan pendientes los temas más importantes, que se refieren al armamentismo, a las maniobras militares internacionales y a los asesores castrenses extranjeros.

El presidente de Honduras, José Azcona, ha instado al Gobierno de Nicaragua a abandonar su "actitud belicista" y emprender el camino de la reconciliación nacional en el marco del Grupo de Contadora. Esta reconciliación nacional, según Azcona, es clave para la pacificación de Centroamérica y el restablecimiento de la confianza entre los Gobiernos del área.

El canciller panameño, Jorge Abadía Arias, indicó que el Grupo de Contadora pretende que de esta reunión surja una fecha fija para la conclusión del acta de paz, cuya redacción está atascada en los temas referidos al armamentismo y maniobras militares internacionales.

La reciente incursión de tropas sandinistas en territorio hondureño y la aún pendiente resolución por parte del Congreso norteamericano de la ayuda de 100 millones de dólares a los rebeldes antisandinistas entorpecen las gestiones de paz.