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Auger asegura que Martín Villa, el Banco Popular y el asambleísmo contribuyeron a acabar con el Grupo Mundo

El empresario Sebastián Auger i Duró, ex propietario de los diarios Mundo Diario, Tele/Expres, 4/2/4, Catalunya Expres e Informaciones, aseguró ayer que Rodolfo Martín Villa -en su antigua condición de ministro del Interior- y el Banco Popular tuvieron un papel importante en la caída del Grupo Mundo. Estas son algunas de las conclusiones que ha redactado Sebastián Auger en una larga historia, de cerca de 800 folios, que ha escrito sobre sus antiguas empresas en los tres años y medio que ha permanecido en el extranjero. El empresario abandonó España en septiembre de 1982, al tener conocimiento de que se iba a dictar una orden de detención contra él, y regresó oficialmente hace dos semanas, presentándose ante un juzgado barcelonés.

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Según Sebastián Auger, sus empresas periodísticas se crearon y crecieron bajo la tolerancia de los últimos años del franquismo, pero no pudieron adaptarse por diversas razones a la transición democrática. Afirma que durante esta última época fue especialmente virulenta la actitud que adoptó el ex ministro del Interior, Martín Villa, contra sus diarios, a los que creó, todo tipo de dificultades. En su opinión, esta "persecución" se inició como respuesta a algunas de las informaciones publicadas en sus periódicos.Auger evoca especialmente los problemas que surgieron a raíz de la publicación en Mundo Diario de un artículo sobre el fusilamiento del militante de ETA, Juan Paredes Manot, Tkiqui, en septiembre de 1975. "Recuerdo que después de la publicación de aquello me encontré con Martín Villa, quien me cogió por las solapas de la chaqueta...", asegura el empresario.

La falta de apoyo por parte del Banco Popular fue, en su opinión, otro de los factores capitales en el momento de la caída del Grupo Mundo. Auger recalca que en aquella época los bancos dieron la espalda a la prensa de izquierdas y precisa que Lluis Valls i Taberner, como directivo del Banco Popular, pudo haberle ayudado a salvar sus empresas pero no lo hizo.

Al enumerar las causas de la caída de su grupo periodístico, Sebastián Auger tiene especial interés en no olvidar el clima de protesta que había dentro de sus empleados, ni el movimiento asambleario que surgió en sus propias empresas, que no pudo ser canalizado por las organizaciones sindicales.

"No entiendo aquellas protestas. Tampoco comprendo que el personal del Grupo Mundo boicoteara la celebración de iniciativas como la Semana Económica, que se realizaba todos los años y a la que acudían importantes personalidades. Ni que se colgaran pancartas en la fachada de la sede del grupo con ocasión de la entrega del Premio Mundo, cuando este tipo de actos suponía una entrada importante de dinero en la casa. Estas actividades se hacían, en definitiva, para conseguir dinero y poder pagar los salarios de los trabajadores que las boicoteaban", añade Sebastián Auger.

Problemas laborales

EI antiguo empresario minimiza las acusaciones vertidas contra él según las cuales solía pagar a los trabajadores con talones sin fondos. Sostiene que eso pasó en contadas ocasiones y que él nunca firmó este tipo de documentos, y que si alguno de sus colaboradores lo hizo fue para atajar la protesta de los trabajadores, ganar tiempo para que llegaran las ayudas o los prestámos que hicieran posible abonar de los salarios.Auger se muestra especialmente dolido con la burguesía catalana en su conjunto, que "no supo comprender" lo importante que era para Cataluña que él hubiera adquirido el periódico Informaciones, en Madrid, "en un intento de convertirlo en portavoz del nacionalismo catalán en la capital de España". Para él, la compra de Informaciones cubría una ausencia catalana importante e histórica, tan importante como la inexistencia de un banco catalán.

Nuevos proyectos

Todas estas cosas las enumeró ayer Sebastián Auger con inusitada rapidez, como si se tratara de una lección meditada y aprendida durante muchos meses. Desde el fondo de un sillón del despacho de su abogado defensor, Javier Ibáñez Garmendia, el empresario se fue confesando en un largo monólogo. "Luego cesó en su discurso y aseguró que no desea que el recuerdo del Grupo Mundo le pese como una losa, y añadió que a partir del próximo lunes pondrá fin a las entrevistas concertadas con los periodistas de los diferentes medios, y empezar a trabajar para el futuro.Auger recalcó que no desea convertirse en un nuevo Calvo Serer, que durante muchos años ha vivido centrando todos los esfuerzos en la recuperación del diario Madrid.

El proyecto más inmediato de Auger es abrir un gabinete jurídico y especializarlo en derecho mercantil, concursal y laboral, desde el que se de asesoramiento global a las empresas que se encuentren en dificultades. En este proyecto colaborarán otros profesionales del Derecho. Pero Auger anunció que no piensa renunciar a crear o participar en nuevas empresas periodísticas, y explicó que en los últimos meses ha trabajado sobre el proyecto de un periódico de carácter nacionalista, que tenga influencia en Madrid y que suponga una alternativa a La Vanguardia.

"Durante mi estancia en París, en los meses que han precedido a mi regreso a Cataluña, trabajé por encargo en este proyecto. He tenido en cuenta mi propia experiencia y la existencia de diferentes modelos de periódicos que he conocido en los Estados Unidos, Francia y Méjico. Tengo el esquema, redactado hasta el último detalle, incluyendo incluso los nombres de los posibles redactores", añadió.

Incansable e infatigable, se refirió después a otros proyectos periodísticos, como el de crear una revista política que ocupe el vacío que dejó en Cataluña la revista Destino.

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