TV-3

Desconcierta a un catalán forzado por las circunstancias a residir en la ciudad de Valencia la actitud de las autoridades autonómicas y estatales de clausurar un repetidor que permitía una recepción clara de TV3 en la mitad septentrional del País Valenciano, lo que no impedía que otros ciudadanos de esta comunidad pudieran optar libremente por la recepción en sus hogares de TVE o la televisión marroquí.No comprendo las importantes razones de Estado que impiden que en una parte de esta comunidad autónoma pueda ser contemplada la televisión catalana, cuando la misma u otras televisiones extranjeras pueden perfectamente ser vistas mediante la instalación de antenas parabólicas u otros ingenios electrónicos, a los que normalmente sólo tienen acceso las clases más privilegiadas.

Me llama la atención la dificultad existente en este país para los ciudadanos de otras nacionalidades históricas que no sean las castellanas de ejercer como tales fuera de los límites de las comunidades establecidas por la clase política sobre esta piel de toro.

¿Por qué se dificulta el disfrute pacífico del hecho diferencial tal como establece la Constitución espahola de unos ciudadanos, folclor aparte?-