_
_
_
_
_

Japón estrena hoy la ley de igualdad de oportunidad de empleo entre la mujer y el hombre

Para las mujeres japonesas el primero de abril de 1986 pasará a la historia como el primer día de aplicación de la nueva ley de igualdad de oportunidades para el empleo, marcando un cambio simbólico en la tradicional discriminación que sufre la mujer japonesa en relación con el hombre. La ley, basada en el principio de la no discriminación, será, sin embargo, más teórica que práctica, al menos al principio, ya que sólo recomienda a las empresas que no marquen diferencias a la hora de ofertar nuevos puestos de trabajo, la igualdad en la promoción y, sobre todo, la reciprocidad de la escala de salarios en igualdad de cargos y labores.

"Es una ley más política que práctica", dice una periodista japonesa, empleada en una cadena de televisión, "ya que en la realidad las empresas seguirán marcando diferencias". Reconoce, sin embargo, que es un cambio de tendencia, aunque los progresos serán muy lentos, en una sociedad marcada por un reinado del machismo desde los tiempos de Confucio, en que se determinó que la mujer es un ser inferior al hombre.Los políticos japoneses aprobaron la ley en junio de 1985, después de más de 10 años de debates, con vistas a evitar críticas internacionales ante la celebración de la conferencia internacional de las Naciones Unidas sobre los derechos de las mujeres en el mundo, celebrada el pasado verano en Nairobi.

En Japón es muy poco habitual que las mujeres recurran a los tribunales ante situaciones de discriminación, a pesar de que la ley laboral les conceda la posibilidad al formar parte de la Constitución japonesa desde hace 40 años. La mujer en Japón recibe como promedio sólo el 52% de salario, en igualdad de condiciones con el hombre, según estadísticas del Ministerio de Trabajo.

Escasas responsabilidades

Sólo el 6,2% de las mujeres, entre los casi 23 millones de mujeres que trabajan, ocupa cargos de responsabilidad, quedando las féminas niponas tradicionalmente encuadradas en trabajos de secretariado, traducciones, empleadas de grandes almacenes o en restaurantes.Los responsables políticos japoneses opinan que las grandes empresas darán mayores oportunidades de promoción a la mujer, sobre todo para evitar una mala imagen en una sociedad donde las tradiciones tienden también a cambiar, aunque de manera muy lenta. Pero, en opinión de Michiko Nakajima, abogado y activista en favor de los derechos de las mujeres japonesas, las empresas continuarán potenciando el empleo y sobre todo la promoción entre los hombres, porque en la sociedad japonesa la tradición obliga a que una mujer se case relativamente joven y que, una vez casada, se ocupe de las tareas del hogar y la educación de los hijos.

Algunos medios conservadores consideran, precisamente, que el relativo aumento de la delincuencia en Japón -cuyos índices son muy bajos- es producto del abandono de la mujer en sus responsabilidades de ama de casa para dedicarse a trabajar fuera del hogar.

"Todo dependerá de cómo reaccionen las empresas ante la nueva ley", escribe un editorial del diario Yomiuri, dando en la clave de un problema donde, a pesar de las normas de la nueva ley, sólo se requiere que las empresas "realicen los esfuerzos necesarios" para tratar a las mujeres en las mismas bases que los hombres a la hora de contratar, pagar o promocionar en los puestos de trabajo de una sociedad intrínsecamente machista y muy conservadora. Las mujeres representan el 40% del total de la población laboral japonesa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_