El PNV resalta que la construcción de un Euskadi libre y en paz depende de los propios vascos
La ausencia de enfrentamientos polémicos con el Gobierno central, un permanente tono de moderado optimismo y la coincidencia en que la construcción de un Euskadi libre y en paz depende fundamentalmente de los propios vascos fueron la tónica de los discursos pronunciados ayer en Bilbao ante unas 7.000 personas por Xabier Arzalluz, presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), y José Antonio Ardanza, presidente del Gobierno autónomo, durante la celebración del Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca). Arzalluz; sólo lanzó una seria advertencia en torno al futuro de la lengua vasca.
El presidente del PNV invitó a los cargos públicos del partido a mantenerse firmes, "frente a los gobernadores civiles y los tribunales si es preciso", en la defensa del euskera. El ex presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, por su parte, reiteró ante 5.000 personas congregadas en un mitin celebrado en San Sebastián que la reconcialición interna del partido debe incluir la readmisión de los dirigentes navarros expulsados en 1984.El PNV organizó cuatro actos, en cada una de las provincias de la comunidad autónoma vasca y en Navarra. Los afiliados navarros expulsados de la organización convocaron otro por su cuenta en Vera de Bidasoa en el que también participó Garaikoetxea. Arzalluz y Ardanza estuvieron presentes en Álava y Vizcaya. Arzalluz insistió, ante la multitud que llenaba uno de los pabellones de la feria de muestras de Bilbao, en que "Euskadi es la sola y la única patria de los vascos".
El presidente del EBB (Consejo Nacional del PNV) retomó algunas de las ideas expuestas en el documento difundido por la dirección del partido la semana "pasada, en especial las que se refieren a la responsabilidad de los ciudadanos en la mejora y el saneamiento de la sociedad vasca. Aseguró que "a Euskadi se la libera día a día" con el trabajo para salir de la crisis y combatiendo lacras sociales como el alcoholismo o las drogas.
El dirigente nacionalista aludió a la manifestación celebrada en Pamplona por Herri Batasuna y subrayó las diferencias de su partido con "los que también quieren que Euskadi sea la patria de los vascos, pero lo expresan con el puño en alto". Es una opción respetable la suya, dijo, "pero no es la nuestra, porque creemos ante todo en la libertad para que la sociedad se exprese y se organice como desee". El discurso de Arzalluz sólo adquirió tintes polémicos frente al Gobierno central cuando el orador propuso como lema para la juventud vasca "Euskera y tecnología". La lengua vasca "es el alma de nuestro pueblo", aseguró.
La intervención de Ardanza, que precedió a Arzalluz en el uso de la palabra, se produjo en el mismo tono de optimismo sobre el desarrollo de la autonomía en los últimos meses y de insistencia en la responsabilidad de los propios ciudadanos de Euskadi en la construcción de su país.
"Podemos construir una Euskadi libre, próspera, moderna, europea y en paz consigo misma y con los demás", aseguró el lendakari, "y fundamentalmente depende de nosotros mismos. En tan sólo seis años de autonomía, estamos consiguiendo cambiar este país".
Previamente, Xabier Arzalluz manifestó en el frontón de Villarreal (Álava) que en el País Vasco no es viable la imposición, de "una Albania del Cantábrico" y afirmó que la voluntad mayoritaria del pueblo vasco es ser dueño de sus propios destinos, libre, y progresar hacia el futuro. "No es más patriota el que más grita, sino el que más hace", resumió el líder. En su discurso, Arzalluz obvió la crisis de su partido.
Mitin de Garaikoetxea
Por su parte, Carlos Garaikoetxea condicionó en un mitin que reunió ayer tarde en San Sebastián a más de 5.000 personas, simpatizantes del sector crítico del PNV, la reconciliación interna en este partido a la readmisión de todos los afiliados expulsados. Al final de una larga intervención, el ex lendakari dijo que la reconciliación en el PNV exige democracia interna y la salvaguarda de la dignidad de los propios afiliados. Destacó, ante el aplauso general, que la dignidad del PNV implica el reconocimiento de todos los nacionalistas, tanto navarros como vizcaínos, expulsados en los últimos años y señaló que el resto de las cuestiones que les diferencian con el sector oficial pueden ser discutidas serenamente, según informa José Luis Barbería desde San Sebastián.
En Navarra, alrededor de 400 personas participaron ayer en los actos organizados por el PNV en la localidad de Lekunberri.
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