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Bérjart responsabiliza a Nureyev de la actual crisis de la danza en Francia

La televisión y la Prensa de Francia se han hecho eco del estallido de una polémica que viene de atrás entre el director del Ballet del Siglo XX, Maurice Béjart, y Rudolf Nureyev, actual director de danza de la Ópera de París, según Reuter. En los medios balletómanos parisienses no se habla de otra cosa. La raíz del problema está en las concepciones sobre cómo llevar adelante la dirección de danza y las declaraciones de Béjart sobre lo que él llama "nefastas consecuencias de la etapa de Nureyev", a quien responsabiliza de la crisis y degeneración de la danza en Francia.

Estos dos colosos de la danza se conocieron muy bien, mostrándose como amigos íntimos y colaboradores durante años. Todavía Nureyev mantiene en su repertorio una pieza creada por Béjart para él y que marcó la cumbre de la relación profesional entre ambos: Canción por el compañero errante (la bailó recientemente en España durante sus representaciones en Valencia), un dúo de amor para dos hombres que retrallaba con poesía y patetismo la soledad del danzarín emigrante y su doble, sombra protectora que le acuna y le dirige los pasos, donde sin duda Béjart se retrataba a sí mismo.Pero aquellos buenos tiempos habían pasado hace mucho y la tormentase veía venir. Sólo faltaba que coincidieran bajo el techo de la sala Garnier de la Ópera de París, y, según informa Reuter, la guerra abierta ha comenzado entre ellos.

Hasta primeros de marzo, en el Palacio de Congresos, con un lleno total diario, se presentó Béjart con el Ballet del Siglo XX en una temporada que le trajo de nuevo a la palestra de actualidad en el polémico ambiente de danza de París, una ciudad y una crítica que se le negaron durante mucho tiempo y sólo se le rindieron definitivamente cuando era un consagrado en el resto del mundo. Hace unos días, informa Reuter, tras un largo programa de televisión, Béjart lo cerraba con una frase que hará historia: "Quiero que un intruso se vaya. Adiós, señor Nureyev".

Culpable

Pero estoes sólo la anécdota sensacionalista. Las acusaciones de Béjart van mucho más lejos al responsabilizar a Nureyev de la actual crisis y degeneración de la danza en Francia y le exige que abandone su puesto de director de danza de la Ópera de París, el sillón más cotizado y problemático dentro del ambiente cultural francés.Las imputaciones van hasta decir que Nureyev es el culpable del mal estado labor al de la ópera y de que es personalmente responsable de que el gran bailarín Patrick Dupont abandonase la escena francesa o que Roland Petit deba hacer parte de su trabajo fuera de Francia. Por la dirección de la Ópera han pasado, entre otros, Lifart, Charrat y Chauvire.

En realidad la batalla comenzó el lunes pasado, cuando, después del estreno de un ballet de Béjart en la ópera, éste salió al escenario a recibir los aplausos del público y contestó a la audiencia diciendo que Eric Vu An y Manuel Legris habían sido promovidos a la categoría de étoiles, máximo escalafón en la trayectoria de un bailarín: llegar a ser nominalmente estrella. Al día siguiente, Nureyev, en un tono agrio y enfadado, contestó que sólo el director de la ópera determina el status de los bailarines de la entidad, y no un coreógrafo invitado, explosión de otra disputa que el año pasado llevó a suspender funciones de ballet mientras se aclaraba el contencioso de los bailarines. La crítica especializada sigue diciendo que en la ópera no marchan bien las cosas. Béjart insiste en que Nureyev y la administración de la Ópera tenían determinado el ascenso de los jóvenes bailarines. Nureyev declaró: "Yo no he sido quien ha comenzado este lío, y nosotros nunca hemos hablado de tales nominaciones". Finalmente, Béjart replicó: "Yo acuso a Nureyev de ser el responsable de esto. Él ha organizado deliberadamente este suceso para que apareciera su nombre, ausente en la noche del estreno. Así la Prensa lo recogería. Yo no volveré a la ópera de París el año que viene; no quiero que mi nombre se vea asociado al de Nureyev". Por su parte, sigue diciendo Reuter, la ópera ha respondido: "El señor Béjart parece que atraviesa un difícil período psicológico y confunde los deseos con la realidad, y se espera que pase rápidamente ese período".

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