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Kinnock pide a la izquierda laborista que deje el partido

El líder de la oposición laborista, Neil Kinnock, ha acusado a la izquierda de su partido de "sabotaje, infantilismo y estupidez", por abandonar una reunión de la ejecutiva nacional en la que se iba a discutir la expulsión del partido de los miembros de la Militant Tendeney (tendencia radical). Al mismo tiempo, Kinnock pidió el jueves a Militant, en el transcurso de una entrevista concedida al programa Today de la BBC, que tenga la valentía de abandonar el movimiento laborista y "luchar bajo sus propios colores".

El grupo Militant se ha convertido para Kinnock en una obsesión desde su enfrentamiento con algunos de sus miembros durante la celebración del congreso anual laborista el pasado otoño. Kinnock, apoyado por el sector moderado del movimiento laborista -incluida la práctica totalidad de los sindicatos (la excepción es el presidente de los mineros, Arthur Scargill) y la inmensa mayoría de los votantes socialistas-, ha convertido su lucha contra Militant en una verdadera cruzada.Kinnock es consciente de que, tanto los conservadores como la Alianza de socialdemócratas y liberales, acusan a los laboristas de estar dominados en muchos ayuntamientos y en varios distritos electorales por los radicales de Militant, entre los que se encuentran los concejales del Ayuntamiento de Liverpool, con Derek Hatton a la cabeza. El líder laboristasabe asimismo que su partido se encuentra ahora en primer lugar (le los sondeos gracias a la política moderada que ha adoptado bajo su jefatura desde el descalabro con un programa radical en las generales de 1983.

La Militant Tendency constituye uno de los muchos intentos por parte de grupos extremistas de hacerse con el control del laborismo británico desde dentro, al fracasar una y otra vez sus intentos de ser elegidos con su propio nombre, bien en las elecciones municipales o en las generales. Los miembros de Militant niegan que el grupo sea un partido dentro de otro partido, y alegan que se limitan a vender el periódico del mismo nombre, en el que exponen sus ideas dentro del laborismo.

Pero Kinnock, con la mayoría de la ejecutiva socialista, pretende que su existencia es ¡legal, de acuerdo con la norma segunda de la constitución del Partido Laborista, y acusa a Militant de contar con una organización paralela y con su propio estado mayor.

El caso de Liverpool

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El Partido Laborista decidió iniciar una investigación sobre las actividades de los partidarios de Militant previa a su expulsión del partido, y para ello escogió en primer lugar la ciudad de Liverpool, donde la presencia de partidarios de la tendencia es más evidente. Fue precisamente a Hatton a quien Kinnock acusó en el congreso anual de estar jugando con los puestos de trabajo de los obreros municipales de Liverpool para servir sólo a su política.

La ejecutiva socialista citó el jueves a los 12 activistas de Liverpool, incluido Hatton, que habían sido investigados. A la entrada de la sede del Partido Laborista, Neil Kinnock fue abucheado por un grupo de unos 200 partidarios de Militant a los gritos de "esquirol" y "traidor de clase".

El líder de la oposición tuvo que entrar en la sede de su propio partido fuertemente protegido por la policía, mientras que la docena de activistas era recibida con grandes aplausos por la multitud. A poco de iniciarse la reunión, los siete miembros de la ejecutiva laborista pertenecientes a la extrema izquierda -entre los que se encontraban Eric Heffer, Tony Benn, Denis Skinner y Jo Richardson- abandonaron la reunión, con lo que la decisión tuvo que aplazarse por falta de quórum.

Tal actitud provocó una de las declaraciones más fuertes contra la izquierda laborista por parte del propio Neil Kinnock. El máximo dirigente: laborista, que el jueves apareció en los informativos de televisión y en los principales programas de radio, acusó a la izquierda de "sabotaje", "abandono del deber", y de ser "infantil, caprichosa, patética y estúpida". "Su actitud melodramática constituye un reconocimiento de la debilidad de su posición", manifestó.

Neil Kinnock se ha comprometido a reformar las actuales normas del partido sobre el quórum, y ha convocado una nueva reunión para tratar de la expulsión de los miembros de Militant el próximo 18 de abril.

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