El 'lied' romántico, en su hondura y trascendencia

Grandes recitales líricos

Hermann Prey, barítono. Leonard Hokanson, pianista. Obras de Schubert. Teatro Real, 17 de marzo

Pocas experiencias musicales nos proporcionarán emociones tan intensas como la audición del ciclo Viaje de Invierno, de Müller-Schubert, intepretado por uno de los muy grandes del lied: el berlinés Hermann Prey (1929), asistido por un excelentísimo pianista, el americano Leonard Hokanson, de origen sueco (Vinalhaven, 1931), uno de los últimos discípulos de los Schnabel.La voz del barítono alemán es, de suyo preciosa y, por su mismo timbre y consistencia, capaz de conmover al auditor más exigente. Sobre ello, Prey es un músico responsable, un analítico del género liederístico en su fusión íntima de versos y pentagramas, lo que redunda en versiones literalmente magistrales: sabias y frescas a la vez, líricas y trascendentes en su evidencia de ciertos orígenes tradicionales y formas musicales enlazadas con los grandes maestros, predecesores y sucesores de Schubert.

Jacques Chailley, que analizó en su cátedra de la Sorbona este ciclo clave de la sensibilidad romántica, detecta analogías con Bach, Beethoven, Schumann, Moussorgski y Wagner.

De todo hay en el Viaje de invierno, en el que Schubert penetró tanto para recrear un sentimiento desolado que anticipa el de Gustav Mahler como para aludir a fenómenos exteriores levemente descriptivos. En todo caso, necesarios para que la transfiguración musical se idealice después de tocar el drama y la pintura, el cuadro y la canción del hombre solitario en medio de la cruel belleza del invierno.

"La observación de la naturaleza", como escribe Mario Bortolotto, "es el paralelo de la investigación del espíritu; la percepción de las cosas es el polo objetivo de la voluptuosidad de las lágrimas".

Ante una labor interpretativa como la de Hermann Prey y su colaborador Hokanson apenas quieren decir nada los largos, insistentes aplausos que le fueron tributados. Quizá la única reacción posible se encierra en una sola palabra: gracias.