El Gobierno se resiste a un debate en el Senado sobre 'el estado de las autonomías'

El Gobierno no tiene intención de promover la celebración en el Senado de un debate sobre el estado de las autonomías que genere las expectativas que concitó el del año pasado y que se vieron defraudadas por los resultados. Esta opinión es compartida por el Grupo Parlamentario Socialista de la Cámara, partidario de buscar una fórmula menos solemne para debatir cuestiones autonómicas.

Fuentes gubernamentales han reconocido su falta de entusiasmo por la realización de un debate sobre el estado de las autonomías que, previsiblemente, no arrojaría resultados sustanciales y que, en cambio, representaría una oportunidad de confrontación de las autonomías gobernadas por nacionalistas y conservadores con el Gobierno de la nación.El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Juan José Laborda, anunció que el propósito de su grupo no es alentar la celebración de un debate como el del año pasado, con presencia de los presidentes autonómicos y extenso tratamiento informativo en TVE.

"Nosotros, a lo que estaríamos dispuestos", precisó Laborda, "es a llevar a cabo una sesión monográfica sobre cuestiones autonómicas, en base a interpelaciones y mociones de los grupos parlamentarios, o a un debate sobre un asunto específico y de interés, como puede ser el de la financiación definitiva de las comunidades autónomas".

Hasta ayer, el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, no había convocado al Consejo de Política Fiscal y Financiera para exponer a los representantes de los Gobiernos autonómicos las directrices elaboradas por el Gobierno sobre la financiación definitiva.

La reunión del Consejo no se producirá, previsiblemente, hasta después de las vacaciones de Semana Santa. El ministro de Administración Territorial, Félix Pons, ha comentado en conversaciones privadas que, por lo que a él concierne, dicha reunión podría celebrarse en la primera semana del mes de abril.

Por su parte, el portavoz del Grupo Popular, Juan de Arespacochaga, manifestó que "el debate sobre el estado de las autonomías debe celebrarse y, además, con mayor amplitud de la que tuvo el año pasado y con la intervención de los portavoces territoriales de los grupos representativos de las comunidades autónomas".

Arespacochaga recordó que, en noviembre de 1985, la Junta de Portavoces acordó posponer dicho debate, ante la proximidad del que iba a celebrarse en el Congreso sobre paz y seguridad y sobre el referéndum, y asumió el compromiso de llevarlo a cabo, si el calendario electoral lo permitía, antes del verano.

Vascos y catalanes

Los nacionalistas catalanes y vascos no han mostrado, hasta ahora, especial interés en promover un debate sobre el estado de las autonomías, según los socialistas, que añaden, a modo de advertencia, que "no hay que perder de vista que el Senado no es una Cámara de representación territorial ni con capacidad para adoptar decisiones singulares respecto de las que puede tomar el Congreso de los Diputados".

Los dirigentes del Grupo Socialista consideran que el Senado tendría un verdadero protagonismo en la política autonómica si en sus escaños estuvieran sentados miembros de los Gobiernos de las comunidades autónomas, y si fuese reforzado el papel de la comisión de seguimiento del Fondo de Compensación Interterritorial, o el Consejo de Política Fiscal y Financiera tuviera su sede en las dependencias de la Cámara.