El PSOE ciñe el consenso a la política exterior

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, afirmó ayer que el consenso ofrecido por el presidente del Gobierno, Felipe González, en materia de política exterior y defensa se formalizará "mediante el contacto con los grupos parlamentarios", si bien precisó que tal consenso en la práctica ya existe. Tanto Guerra como, más explícitamente, el secretario de Organización del PSOE, Txiki Benegas, dijeron que la oferta de consenso se limita a temas de seguridad y defensa exterior y que "no habrá acuerdo" para extenderla a otros temas, como pretende el Grupo Popular. Benegas llegó a afirmar que los socialistas se están "replanteando" su propuesta de consenso a la vista de la reacción suscitada en la oposición conservadora.

Los socialistas endurecieron ayer sensiblemente el tono en su valoración de los resultados del referéndum, olvidando otras actitudes más blandas adoptadas por Felipe González y el propio Guerra en la noche del 12 de marzo, una vez conocido su triunfo."Esto es una victoria contundente y amplia del PSOE y del Gobierno", dijo Benegas, a la vez que explicaba sobre la noche electoral: "La prudencia política nos aconsejó plantear el resultado como un éxito de todos; pero a la vista de la imprudencia demostrada por otros partidos, atribuyéndose el triunfo, tenemos que decir que la victoria ha sido de nuestro partido".

Guerra calificó de "maniobra de distracción" la actitud del Grupo Popular, que antepone a cualquier consenso el cese del director general de RTVE, José María Calviño. "Parece que este grupo no consigue que su electorado le haga caso, como se ha visto en el referéndurn, cuya consigna de abstención no ha arrastrado más de un 6% o un 7%".

El vicepresidente se reunió en el Congreso con los diputados del Grupo Socialista, a petición de los parlamentarios, para analizar los resultados del referéndum sobre la OTAN del pasado 12 de marzo.

El consenso ofrecido por Felipe González en la noche de la consulta no es una cuestión sobre la que el Gobierno se muestre muy dispuesto a hablar por el momento. "No hay que inventar grandes cosas, el consenso, desde el punto de vista de la práctica, está logrado". Guerra se refería a la votación en el Congreso del pasado 27 de diciembre -provocada por una interpelación de Minoría Catalana-, en la que el 95% de la Cámara votó a favor de permanecer en la OTAN.

"El acuerdo existe en cuanto al contenido, falta la formalización expresa de los grupos parlamentarios", dijo. La concreción del mismo se discutirá mediante "contactos con los grupos", dijo Guerra, sin ofrecer más detalles, a pesar de los requerimientos de los informadores.

Único interlocutor

El vicepresidente ironizó sobre la actitud del Grupo Popular, que establece como paso previo a cualquier conversación la necesidad de destituir al director general del Ente Público RTVE, José María Calviño. "Primero presentan una interpelación en la que pedían casi un Gobierno de coalición, ahora el cese de Calviño; parece que siguen sin encontrar su sitio y sin conseguir arrastrar a su electorado". "Si alguien ha sido tratado muy especialmente en Radio Nacional y en TVE han sido los favorecedores del no", dijo.En el mismo sentido se pronunció Benegas, para quien TVE tuvo "un comportamiento correcto" durante la campaña del referéndum.

El vicepresidente del Gobierno descalificó profusamente al Grupo Popular. "Algunos pretenden que también se consensúe el precio de los garbanzos, pero eso parece poco serio, estamos hablando de política internacional".

Guerra extrae del referéndum sobre la OTAN conclusiones muy favorables para su partido: "El PSOE se ha configurado para muchos años como el principal partido de España, esté en el Gobierno o en la oposición, eso es lo de menos importancia".

"Nuestro partido", continuó, "es el único interlocutor español serio para el mundo sobre política internacional". Benegas se mostró aún más triunfalista: la campaña supuso "un debate nacional de altura"; el resultado "ha aumentado el ya elevado prestigio internacional del presidente del Gobierno español"; las consecuencias, en general, no pueden ser más favorables para el PSOE, que, "si hoy se celebrasen elecciones generales en España, podría incluso aumentar la mayoría de octubre de 1982".

Por lo que se refiere a la alternativa del no, jamás podrá plasmarse en una plataforma electoral, a juicio de Benegas. Y agregó: "Me temo que el PCE no se volverá a presentar nunca más con sus propias siglas en unas elecciones en este país".