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Detenido en Ecuador el general Vargas tras ser sofocada su rebelión

El general Frank Vargas Pazos, que se había hecho fuerte en la base aérea Mariscal Sucre, de Quito, fue detenido cuatro horas después de que tropas leales al presidente León Febres Cordero tomaran por asalto la base, donde Vargas se encontraba atrincherado. El general rebelde fue encontrado escondido en el techo de un supermercado situado cerca de la base. La televisión de Quito había mostrado el avance de las tropas gubernamentales, que tomaron la base en una hora, produciéndose cuatro muertos y nueve heridos.

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El ataque se inició a las 11.35 (17.35, hora peninsular). La base había sido rodeada en la madrugada por tanques, mientras los rebeldes habían dispuesto numerosos bidones de gasolina en los alrededores para dificultar el avance enemigo. Poco antes del ataque, Vargas arengó a los soldados que le respaldaban pidiéndoles resistir. Las tropas gubernamentales solicitaron en primer lugar la rendición de los amotinados, tras lo cual comenzaron los disparos de artillería contra la base aérea, en la que ingresaron además varios tanques, según informa desde Bogotá Ramón Gorriarán.Tras un nutrido intercambio de disparos, los rebeldes agitaron pañuelos blancos en señal de rendición y ambulancias de la Cruz Roja trasladaron a los heridos a los hospitales cercanos. El secretario de Información del Gobierno, Patricio Quevedo, informó que, de los cuatro muertos, dos son civiles y los otros dos soldados leales al Gobierno.

Según informó el agregado de Prensa de la presidencia de la República, Galo Franco, Vargas fue detenido en un supermercado cercano a la base Mariscal Sucre. Su lugar de detención, sin embargo, permanecía secreto esta madrugada.

El general Vargas, que había sido arrestado en la base aérea de Quito, logró el jueves que los aproximadamente 400 soldados de la base aérea se sumasen a la rebelión y amenazó con realizar una marcha hacia el palacio presidencial para establecer "un nuevo orden jurídico en el país" e instaurar un Gobierno "cívico-militar".

El presidente Febres decretó inmediatamente el estado de emergencia en todo el país y declaró zonas de seguridad a las provincias de Pichincha (donde está Quito) y Manabi (donde está la base aérea de Manta).

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La base aérea donde se desarrollaron los combates está situada en un sector densamente poblado al norte de la capital, contigua al aeropuerto, en el que se suspendieron todos los vuelos.

El jefe rebelde salió el jueves por la noche a las puertas del cuartel y, ante una multitud de civiles que le aclamaban, acusó al presidente Febres de ser un "tirano" y un "traidor" por no cumplir con su palabra.

Febres Cordero respondió decretando el estado de emergencia y la censura previa a los medios de comunicación que informasen sobre la sublevación militar. Cuatro emisoras de radio de Quito fueron clausuradas por "subvertir el orden" y se obligó a todas las emisoras de radio a establecer una "cadena por la democracia y contra el golpismo", encabezada por la radio nacional de Ecuador.

El general Vargas ocupaba hasta el viernes de la pasada semana la jefatura de la Fuerza Aérea ecuatoriana, pero fue destituido por Febres después de sostener un enfrentamiento, que concluyó en disparos, con el ministro de Defensa, general Luis Piñeiros, al que acusó de realizar, junto al comandante en jefe del Ejército, general Manuel Albuja, "robos y atracos" de los fondos militares.

El general Vargas dijo que no estaba respaldado por partidos políticos, pero sí por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), que agrupa a los tres sindicatos mayores del país.

Grupos de estudiantes se manifestaron en las cercanías del palacio presidencial y en la universidad de Quito en apoyo de Vargas y cientos de civiles, que permanecieron en las cercanías de la base rebelde, a los gritos de "Frank, amigo, el pueblo está contigo", pidieron a Vargas que les repartiera armas, a lo que el general rebelde se negó, aduciendo que no tenía suficientes.

[El Gobierno español emitió ayer un comunicado en el que expresa su "solidaridad" con el presidente ecuatoriano y "reafirma su apoyo al régimen democrático de aquel país, al tiempo que condena cualquier intento de socavar el orden institucional por vía de hecho".]

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