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Tribuna
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Carrington declara que no hay prisa para que España defina su contribución militar

Andrés Ortega

El embajador español en la OTAN, Jaime de Ojeda, declaró ayer que es necesario que España cambie su actual "situación de indeterminación" dentro de dicha organización, pero que "ni los aliados tienen prisas" para el logro de una fórmula que establezca su contribución militar fuera de los mandos integrados "ni conviene hacerlo apresuradamente". El modo en que se lleve a cabo la participación española "es una cuestión de futuro, no de los próximos 10 días" manifestó el secretario general de la Alianza, lord Carrington.

El Gobierno debería hacer pública hoy una declaración dirigida a la Alianza expresando sus intenciones de futura actuación y contribución a la OTAN, pero, según medios españoles, sin entrar aún en los detalles De la fórmula que propone.La declaración, y la firma de hacerla, está siendo consultada por los ministerios en Madrid, dijo ayer Ojeda. Podría transmitirse al Consejo del Atlántico Norte, que se reúne hoy a nivel de embajadores para otros menesteres, y entrar así en un proceso de negociación con tranquilidad y sin apresuramientos.

La satisfacción siguió siendo la tónica general en la OTAN tras el referéndum. Carrington, flanqueado de Ojeda, celebró una conferencia de prensa en la que señaló que la victoria del no "hubiera sido un golpe político para la Alianza... pero no un golpe demoledor. La Alianza ha sobrevivido 32 años antes de que España ingresara".

"Sería deshonesto", afirmó al referirse a la no integración militar, "no decir que sería más fácil tener una Alianza en la que todos aceptaran todo, pero, a lo largo de los años, hemos logrado, con éxito, acomodar a algunos países que no quieren aceptar todo". "Pienso", añadió Carrington, "que la fuerza de esta Alianza es que esta mañana (por ayer) están aquí 16 países soberanos e independientes. Cada país tiene sus problemas particulares y los acomodamos, y la Alianza es hoy más fuerte de lo que era hace 5 o 10 años".

La no nuclearización de España -que según sus propias palabras "estaba clara desde que España pidió ingresar en la Alianza"- no plantea problemas para el secretario general. Carrington tampoco creyó que otros países de la OTAN se lanzarían por el camino de un reférendum sobre su permanencia en la organización. La reducción de la presencia militar estadounidense en España es para lord Carrington una "cuestión bilateral" entre EE UU y España.

Al contestar sobre el tema del antiamericanismo del voto no en España, Jaime de Ojeda replicó que esta interpretación era incorrecta. "Pienso que las fuerzas extranjeras deben siempre considerarse como algo excepcional", dijo.

"Cuando España no era miembro de la OTAN muchas misiones de la organización era desempeñadas por las fuerzas de EE UU estacionadas en España", añadió Ojeda. "Ahora que España es miembro de la OTAN, y que asumirá sus responsabilidades para la defensa de Europa, la mayoría de estas misiones serán transferidas a las Fuerzas Armadas españolas".

Esto no dejó de sorprender a diversos periodistas extranjeros que consideraron que el asumir misiones OTAN estaba en contradicción con la primera condición planteada en el referéndum del miércoles (no integración en la estructura militar).

No obstante, sin estar en la estructura militar integrada de la OTAN, España puede participar en el planeamiento común de la defensa, en la coordinación logística, en las maniobras conjuntas, en algunos proyectos de infraestructuras comunes y en algunas medidas de defensa (por ejemplo, el aumento de los gastos militares o de los niveles de municiones).

Lord Carrington consideró que buena parte de las abstenciones se podían considerar como favorables a la OTAN. "El primer ministro español ha descrito el resultado como un triunfo para todo el pueblo español. No me corresponde a mí decirlo", comentó lord Carrington, "pero pienso que la historia lo juzgará así. Uno de los países más importantes de Europa puede ahora desempeñar plenamente su papel en los asuntos de Europa. Es bueno para Europa, para la Alianza y francamente bueno para España".

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