Grave crisis en el seno del Ejército ecuatoriano

Una situación confusa reina en Quito, donde una grave crisis estalló ayer en el seno del Alto Comando del Ejército ecuatoriano a raíz de un altercado entre el ministro de Defensa y el general comandante en jefe del Ejército del Aire, seguido de un tiroteo dentro del ministerio.Ayer se produjo una discusión entre el ministro, general Luis Piñeiros, y el jefe del Ejército del Aire, general Frank Vargas Pazos, al acusar éste a Piñeiros de corrupción y solicitar su dimisión, así como la del general comandante del Ejército de Tierra. El tiroteo se produjo entre aviadores y soldados de infantería, ignorándose si el incidente causó víctimas. Poco después, aviones militares sobrevolaron el ministerio y el Parlamento en lo que pareció una maniobra de intimidación.

Tras el tiroteo, Vargas abandonó el lugar y se refugió en la base aérea de Manta (unos 500 kilómetros al oeste de Quito), según una información difundida por el canal 10 de televisión.

Por su parte, el presidente ecuatoriano, León Febres Cordero, desmintió que los enfrentamientos supusiesen un intento de golpe de Estado. En una conferencia de prensa celebrada en el palacio de gobernación de Guayaquil, el presidente afirmó que "`no ha pasado nada", aunque reconoció que el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas había incurrido en un delito de insubordinación militar.

"Por un exceso de ambición personal", según Febres Cordero, el general Vargas se rebeló contra el orden constitucional. "Los golpes de Estado y las revoluciones son capítulos pasados de la historia del Ecuador", afirmó el presidente, quien agregó que Vargas recibirá "las sanciones militares que el caso requiere, más allá del relevo del mando".

La situación en el país era esta madrugada de aparente normalidad.