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El Rastro, uno de los principales centros de comercialización de objetos robados

La actividad ilegal en el Rastro ha aumentado en diversos aspectos y durante los últimos años, según ratifican datos policiales sobre apreciaciones y opiniones de otros sectores sociales. Incremento del tráfico de drogas, de carteristas, de venta y distribución de objetos robados son los problemas, en el ámbito delictivo, que más preocupan a los más directos responsables policiales de esta zona madrileña. A ello añaden su dificultad de movilización motorizada en los domingos, pues la comisaría del distrito queda copada por los puestos callejeros y el gentío que transita por la Ribera de Curtidores.

La policía espera que el Ayuntamiento de Madrid encuentre pronto la fórmula para que "por lo menos en el tramo final de la Ribera de Curtidores se despeje un pasillo y los coches policiales puedan tener acceso a la ronda de Toledo", según fuentes oficiales. La reestructuración del Rastro pretendida por las autoridades municipales no ha resuelto todavía la creación de un paso libre en Ribera de Curtidores para situaciones de emergencia (policía, bomberos y ambulancias).Uno de los grandes apartados delictivos del Rastro lo constituye la venta y distribución de objetos robados, en su mayoría piezas del automóvil. "No sólo se venden aquí, sino que el Rastro es una de las principales plataformas de Madrid para establecer contactos y dar salida desde otros lugares al género robado". La policía tiene dos problemas básicos: la falta de pruebas del delito y la dificultad para identificar el objeto robado.

Los datos policiales ratifican las apreciaciones y opiniones de otros sectores sociales sobre el crecimiento de las actividades ilegales en El Rastro, en cuanto a drogas, carteristas, venta y distribución de objetos robados. A ello se añade "la dificultad de movilización motorizada, en los domingos, pues la comisaría del distrito queda copada por los puestos callejeros y el gentío de Ribera de Curtidores", según fuentes policiales informativas.

Hay zonas, como Campillo Mundo Nuevo, donde se venden a diario objetos robados y donde las intervenciones policiales son frecuentes. La comisaría de Arganzuela produce una media de diligencias de unas dos detenciones diarias de individuos con antecedentes como delincuentes habituales contra la propiedad, a los que se les ocupa mercancía cuya procedencia no pueden justificar.

Sin embargo, es asimismo frecuente que la autoridad judicial determine la puesta en libertad de tales detenidos por falta de pruebas de que éstos hayan cometido el robo o de que hayan procedido a comprar de mala fe, indican las mismas fuentes.

Un índice de la repercusión de esta actividad es la cifra media de unas tres personas a la semana que acuden a la citada comisaría a reconocer objetos robados. "Y sólo viene una mínima parte", apunta un portavoz policial. También resulta muy difícil reconocer si una herramienta, un casete o un neumático son robados, pues no llevan registro de identificación o es desconocido por el dueño.

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Carteristas

Vendedores del Rastro afirman que también a ellos les roban artículos con frecuencia. "A veces estamos a merced de los carteristas", señalan. Y explican: "A veces vemos venir a un carterista, pues llegas a aprender a advertirlos, y ves cómo ronda a su víctima, que está comprando o va a comprar en tu puesto. Si avisas al cliente, luego el carterista te amenaza, y, si no le avisas, el cliente pierde el dinero con el que quizá te iba a comprar algo, e incluso quizá no vuelva por considerarte cómplice del ladrón". Estos vendedores se preguntan: "Si nosotros reconocemos a un carterista, es de suponer que la policía los conocerá perfectamente, y, entonces, ¿por qué no actúa?La proliferación de carteristas, nacionales y especialmente internacionales, es "horrorosa", en opinión de un experto policial. Su actuación es "casi inevitable", aunque todos o casi todos sean conocidos, "porque resulta prácticamente imposible cogerlos con las manos en la masa, y, aun en estos casos, si lo hurtado no supera las 30.000 pesetas, legalmente sólo incurren en falta".

En esta situación, la policía, además de tratar de llgar a la detención, -emplea un sistema disuasorio: el policía nacional se hace ver por los carteristas -hasta que se aburren y se van. Pero esta medida disuasoria no es la panacea, reconocen las fuentes informativas policiales. Otro frecuente robo en el Rastro es la mecha, sistema de hurto al descuido, "principalmente utilizado por grupos de gitanas y gitanillas".

Drogas

El incremento del consumo y distribución de drogas en el Rastro no es una "exageración", según la policía, "sino una realidad que hay que asumir como tal".El área afectada se centra en bares y tabernas de las calles de San Millán y Embajadores en el cruce con la del Oso y alrededores. "Está en expansión, y tanto cabe hablar de chocolate como de caballo", añaden fuentes oficiales. Principalmente se consume y se trafica, según la policía, durante las mañanas de los domingos.

Hace dos años, las diligencias de detención remitidas mensualmente a disposición judicial era unas 10 por término medio, y este número se ha doblado prácticamente en la actualidad.

Las investigaciones policiales han establecido que "desde hace unos dos años, el negocio de tráfico de drogas, especialmente heroína, en el Rastro está en manos de argentinos y chilenos, con una fuerte escalada de organización".

El criterio policial es que la mayoría de los drogadictos que frecuentan esta zona son, a su vez traficantes, aunque judicialmente no se admita como prueba de tráfico "las papelinas que llevan encima; pero para nosotros es un claro indicio externo cuando estas papelinas son varias y están confeccionadas para ser vendidas, no para ser consumidas".

Estas fuentes matizan que, no obstante, no se trata de un tráfico de grandes dimensiones, sino de un "trapicheo que lleva a un incremento progresivo de la adicción y hace dramático el problema en esta zona de Madrid". Las mismas fuentes precisan: "En el barrio hemos conocido en el último año a unos 10 heroinómanos con gravísimos problemas de salud".

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