Posturas encontradas en la Internacional Socialista
"No hay mejor defensor de la Alianza Atlántica que un buen socialista", ironizaba no hace muchos años en los pasillos del Parlamento Europeo de Estrasburgo un democristiano francés que estaba indignado por la apasionada intervención de uno de sus compatriotas, socialista, en defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). "¿Y ahora qué digo yo?", se preguntaba.El tono no suele ser tan apasionado, sin embargo, en los debates de la Internacional Socialista. Los miembros europeos están de acuerdo, todos, en garantizar la defensa de sus países frente a una eventual amenaza de la Unión Soviética, pero de distintos modos. La Internacional no puede adoptar una posición pro Alianza Atlántica porque en su seno figuran representantes de países neutrales, como Suecia o Austria.
Puede decirse que hay dos bloques, los atlantistas y los neutrales, que conviven pacíficamente y que procuran limar sus decla raciones públicas sobre asuntos defensivos para que no choquen con ninguna de las dos concepciones. La Internacional Socialista apoya, por ejemplo, en términos más o menos filosóficos, la política de desarme nuclear.
'Duros' y neutrales
Los máximos representantes del sector neutral son, desde hace más de 20 años, el primer minis tro sueco Olof Palme y Bruno Kreisky, el ex primer ministro austriaco. El núcleo duro de los atlantistas suele estar formado por François Mitterrand, los socialdemócratas alemanes y los socialistas portugueses, que de la mano de Mario Soares han defendido siempre con ardor la OTAN. Todos ellos tienen o han tenido el poder en sus respectivos países, miembros de la Alianza.La única oveja negra era hasta hace poco el PASOK, partidario de la retirada de Grecia de la OTAN. La elección de Andreas Papandreu suavizó los problemas. La posición más ambigua fue siempre la del PSOE, porque procuraba con esmero no apoyar ninguna iniciativa que pudiera ínterpretarse como contraria a la Alianza, al tiempo que defendía que España permaneciera fuera.
Durante los últimos meses del Gobierno UCD, Felipe González asistió en Holanda a una reunión de la Internacional Socialista para explicar la postura del PSOE sobre el ingreso en la Alianza Atlántica y conseguir el apoyo o al menos la comprensión de los socialdemócratas alemanes. Los representantes de los otros partidos miembros de la Internacional adoptaron una posición neutra, aunque privadamente el encargado de relaciones internacionales del SPD (llamado Socialdemócrata Alemán) manifestó su apoyo a González.
La presencia en la Internaciorial de los neutrales hace que las cumbres socialistas eviten con cuidado las declaraciones sobre temas espinosos desde el punto de vista de la política de bloques, lo que no quiere decir que no tome posiciones sobre la defensa de los valores llamados ocuidentales, como la democracia o el respeto a los derechos humanos, que son, bien al contrario, dos de sus capítulos preferidos.
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