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REVUELTA EN EGIPTO

Persisten los focos de rebelión en varias zonas de El Cairo

Violentos combates se libraron ayer, por tercer día consecutivo, en la zona de las pirámides y en los alrededores de El Cairo, donde el ejército intenta sofocar un levantamiento de reclutas de la policía que ha costado ya oficialmente 36 muertos y 325 heridos. El toque de queda indefinido impuesto el miércoles fue levantado ayer durante tres horas, y hoy lo será durante seis, de 9 a 15 horas locales. Al caer la noche, la violencia había cesado y las autoridades decían controlar la situación.

Ahmed Osama el Baz, consejero político del presidente Hosni Mubarak, dijo ayer que 32 de los muertos eran amotinados; dos, soldados del Ejército, y dos civiles. Entre los heridos se encuentran cuatro turistas extranjeros de nacionalidad no determinada. Osama añadió que "no se trata de una revuelta popular, sino de un movimiento aislado": aseguró que la situación estaba volviendo a la calma "en todo el territorio egipcio" y que el motín había sido dominado. Con todo, la prensa egipcia afirmaba ayer que habían actuado agitadores en los cuarteles donde se habían rebelado los jóvenes que cumplen el servicio militar en la policía, lo que parecía apuntar al radicalismo islámico como promotor de la revuelta.El consejero de Mubarak dijo que se ha abierto una investigación para determinar los motivos del levantamiento, que ha afectado a cinco campamentos de instrucción de reclutas de la policía. Preguntado sobre una eventual dimisión del Gobierno o del ministro del Interior, respondió: "Es el momento de las investigaciones, no de buscar responsabilidades". A media tarde de ayer, se escucharon intercambios de disparos de fusiles y ametralladoras en el barrio de Giza, acordonado por el Ejército con carros de combate y vehículos blindados. Oficiales del Ejército advirtieron que los civiles no deben todavía acercarse a ese área porque "los combates continúan". Numerosas ambulancias circularon ayer por la zona haciendo sonar sus sirenas. Hay testigos que han visto el paso de convoyes militares y helicópteros en dirección al sur de la ciudad. También se ha informado sobre enfrentamientos en Maadi y en la ciudad industrial de Heluan, en los alrededores de El Cairo.

Después de la reanudación del toque de queda, algunos testigos pudieron ver ayer cómo helicópteros del Ejército disparaban contra un cuartel próximo al aeropuerto internacional. Casi simultáneamente, soldado ocuparon el centro principal de la policía, situado en la avenida que conduce al aeropuerto. Los amotinados de este cuartel se replegaron hacia la universidad islámica de Al Azahar.

Durante las tres horas en que quedó suspendido ayer el toque de queda, la población hizo cola ante las panaderías y las gasolineras. Muchos comercios mantuvieron sus puertas cerradas y los bancos estatales recibieron a los clientes sólo durante una hora.

Más de 2.000 detenidos

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Portavoces del Gobierno dijeron que los soldados han detenido ya a más de 2.000 policías rebeldes, que están siendo interrogados por los responsables de la investigación. De ellos, unos 400 serán procesados acusados de hasta 14 cargos distintos que van desde el asesinato con premeditación a la reunión no autorizada.Después de dos horas de reunión con el presidente Mubarak, los dirigentes de los cinco partidos de oposición egipcios condenaron enérgicamente el levantamiento, según hizo público el jefe del partido Neo Wafld (liberal laico), Fuad Seraguedin, quien dijo que hablaba en nombre de su partido y del Partido del Trabajo Socialista (Izquierda Populista), el Partido Liberal, el Partido de la Unión de Progresistas Unionistas (nasserista, marxista) y el partido Al Ounima (islámico).

La reacción más significativa hasta el momento ha sido, por otra parte, la del presidente sirio Hafez El Asad, que pidió ayer a Mubarak que "pusiera fin al tratado de paz con Israel, de acuerdo con la voluntad de su pueblo". En un discurso pronunciado ante el parlamento sirio, Asad calificó la revuelta de "auténtica insurrección popular" afirmando que los acuerdos de Camp David con Israel y EE UU "habían privado a Egipto de su soberanía" lo que estaba en el origen de los disturbios.

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