Parlamentarios italianos piden al Gobierno que investigue al Opus Dei tras las revelaciones de 'L'Espresso'

Los diputados de la izquierda independiente, ambos juristas de fama, Franco Bassanini y Stefano Rodotá, presentaron ayer una interpelación conjunta al presidente del Consejo de Ministros, Bettino Craxi, y al ministro del Interior, Oscar Luigi Scalfaro, para saber si son ciertas las noticias aparecidas en la Prensa acerca de la pertenencia al Opus Dei de funcionarios civiles y militares del Estado y dirigentes de entes y empresas económicas públicas, y si es cierto que la asociación del Opus Dei se rige por estatutos y códigos secretos.

Los diputados de la izquierda independiente preguntan al Gobierno italiano si en el caso de que fueran ciertas estas noticias, reveladas por el semanal L'Expresso, el Opus Dei no entra en las asociaciones secretas prohibidas por la ley número 17 del 25 de enero de 1982. Preguntan también si el Gobierno no considera su deber ordenar una investigación inmediata para descubrir la naturaleza, la finalidad y el eventual carácter secreto de la asociación, con el fin de disponer la suspensión cautelar prevista por la ley para los funcionarios y dependientes del Estado que pertenecen a una asociación secreta.La reacción del Opus ha sido muy dura en contra del artículo del semanal L'Espresso en el que se aseguraba la existencia de un código secreto interno desconocido no sólo a los miembros la la obra sino a la misma Curia romana y a los obispos.

Un comunicado del Opus califica el artículo de Sandro Magister, el especialista religioso del importante semanario italiano, "insultante e intimidatorio". Y afirma categóricamente que "no existe ni ha existido nunca ningún estatuto secreto del Opus Dei". Recuerda que ya su fundador, José María Escrivá de Balaguer, había escrito que el espíritu de la obra "huía de todo tipo de secreto".

L'Espresso, con una nota de la dirección, ha respondido al desmentido del Opus confirmando "íntegramente la autenticidad del texto" y la "credibilidad de la fuente" que suministró la información. Y añade que no sorprende la reacción del Opus, ya que se trata de una institución que es .una sociedad secreta empeñada siempre en una actitud de secreto frente al mundo externo".

Los responsables del semanario concluyen afirmando que, en base a los documentos que obran en su poder, seguirán indagando sobre las estructuras y las actividades de esta organización.

En su desmentido, el Opus afirma que desde 1982 existen unos nuevos estatutos de 180 puntos que están a disposición de los obispos, a lo que el semanario l'Espresso responde que existe una "disposición" según la cual "los afiliados de la obra están obligados a las mismas obligaciones que tenían en el régimen precedente" y que lo único que ha cambiado ha sido una cierta nomenclatura como, por ejemplo, que a las mujeres del Opus en el reglamento anterior se las llamaban "servidoras" mientras ahora, con el nuevo se las llama "auxiliares". La nota del Opus reconoce que la "disposición" de que habla L'Espresso existe, pero que de ella sólo permanece en vigor el "espíritu".

Por lo que se refiere al título del artículo, La santa caradura, el semanario recuerda que ha sido tomada de una norma de Camino, la "biblia" personal del Opus escrita por Escrivá de Balaguer en la que se dice: "Nuestro plan de santidad se define con estos tres puntos: santa intransigencia, santa coerción, santa caradura".