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LA CAMPAÑA DEL REFERÉNDUM

Menos cartuchos y más misiles

Carlos Yárnoz

C.Y., La industria española de armamento ocupa actualmente a cerca de 40.000 personas y dispone de más de un centenar de centros fabriles. Según datos oficiales, en 1984 España produjo armas valoradas en 210.000 millones de pesetas, y exportó material bélico por valor de 86.000 millones, sobre todo a países árabes (Jordania, Egipto o Arabia Saudí) y latinoamericanos (Chile, Méjico o Argentina). Ahora los ministerios de Industria y Defensa están empeñados en un amplio programa para elevar el nivel tecnológico de los productos de manera que, de acuerdo con los criterios comentadoa en varias ocasiones por el titular de Defensa, Narcís Serra, en España se fabriquen menos cartuchos y más misiles.

Las principales industrias de armamento españolas -Santa Bárbara, Construcciones Aeronáuticas (CASA), Cetme, Bazán y Enasa- están integradas en el Instituto Nacional de Industria (INI) y, junto con las más importantes del sector privado -Explosivos Alaveses (Expal), Instalaza y Esperanza y Cía- crearon en 1972 la empresa Defex, para la comercialización de material de defensa en el exterior.

Dependencia exterior

Junto a los beneficios económicos, el Gobierno persigue que el desarrollo de una industria rrálitar nacional rebaje la excesiva dependencia exterior, sobre todo de EE UU y Francia. Las empresas españolas fabrican armas ligeras cañones sin retroceso, fusiles y pistolas, munición variada, morteros, lanzagranadas-, pequeños aviones de entrenamiento o transporte -el C-101 y el Aviocar- o buques de combate de nivel medio, como las corbetas de la clase Descubierta o los patru lleros de la clase Lazaga.

El producto de mayor presen cia actual en el mercado exterior es el Aviocar -con capacidad para transportar unos 30 paracaidistas-, del que CASA ha vendido más de 350 unidades en los cinco continentes. CASA, junto con la empresa de Indonesia Nurtanio, ha desarrollado un nuevo avión de transporte con mayor capacidad, denominado CN-235.

Pero la industria española de armas no ha conseguido fabricar misiles propios, carros de combate avanzados o cazas, y todo ello es adquirido en el exterior. Existen ya programas para fabricar esos tres sistemas de armas, pero el condicionamiento es doble. De un lado, las inversiones deben ser muy elevadas. De otro, la tecnología necesaria sólo puede ser suministrada por escasos países occidentales que exigen contrapartidas.

Con respecto a las inversiones, cabe señalar, por ejemplo, que el programa para desarrollar en España el carro de combate Lince cuenta con un presupuesto de unos 150.000 millones de pesetas. Dentro de cuatro años, los 20.000 millones de pesetas que se invierten hoy en investigación electrónica se elevarán a 100.000 millones de pesetas. En cuanto al su ministro tecnológico, España está adquiriendo importante información en el seno de la OTAN, según fuentes militares relacionadas con el área pero las mismas fuentes también precisan que ese suministro tecnológico se convierte en un condicionante para continuar dentro de la Alianza, sin olvidar la exigencia estadouni dense de que España se incorporase al COCOM (Comité para el control de reexportaciones tecno lógicas) -condición que el Ejecutivo cumplió el pasado año- para evitar posibles fugas de datos clave a países del bloque del Este.

Desde que España se integró en 1982 en la OTAN, el Gobierno decidió incorporarse a los siguientes programas de desarrollo armamentístico: Avión de Combate Europeo o ACE, (junto con la República Federal de Alemania, Reino Unido e Italia); misiles aire/superficie de tercera generación (con RFA, Reino Unido, Noruega, Holanda, Bélgica, Italia, Canadá y España); misiles antiaéreos Roland (con Francia y RFA); misiles antiaéreos SkyGuard/Aspide (Italia y España); misiles Maverick (con RFA, Dinamarca, Holanda, Italia, y Turquía); misiles Trigat (con RFA, Bélgica, Francia, Reino Unido, Grecia, Holanda, e Italia); Fragata NFR o fragata de los noventa (con Canadá, Francia, RFA, Italia, Holanda, Reino Unido y EE UU), sistema Loopod (con Canadá, Italia, y EE UU; futuro avión de transporte medio, munición avanzada y otros.

Presidente del GEIP

Desde el 1 de enero de este año, el ministro de Defensa, Narcís Serra, es el presidente del Grupo Europeo Independiente de Programas (GEIP), organismo integrado por países europeos de la OTAN y dedicado a promover programas comunes de armamento frente a la competencia estadounidense, con lo que Serra se ha convertido en portavoz europeo ante EE UU, lo que, según Defensa, contribuirá a disminuir el déficit de la balanza armamentística hispano-estadounidense, y a facilitar, dice el ministerio, la conexión española con otros foros europeos como la Unión Europea Occidental (UEO).

Serra se muestra gran defensor de tales proyectos y argumenta que la participación española en ellos -lo que, según él, sólo puede producirse dentro de la OTAN-, supone importantes beneficios tecnológicos. El desarrollo de la industria de armamento en España ha originado que varias empresas, incluidas algunas públicas, no duden en potenciar su crecimiento vendiendo armas incluso a países en guerra, como Irán o Irak. El Gobierno ha reconocido que, aunque existe una comisión interminísterial especial para el control de este comercio, no puede ejercer un minucioso registro sobre las ventas y, a pesar de que anunció hace año y medio una nueva legislación al respecto, aún no la ha aprobado.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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