Boyer no quiere la Embajada en París
En la inundación de rumores que se viene observando -dirigida seguramente a dar una sensación de inestabilidad en la vida administrativa española, contraria a la realidad más obvia- me afecta el bulo reiterativo de que postulo un puesto de embajador en París. Aunque considero dicho empleo del Estado muy honroso, y en ese sentido la hipótesis no puede molestarme, sí me irrita, porque hace daño a mi tarea que se intente dar una impresión de que estoy en el Banco Exterior de España de breve paso y a la espera de otra cosa. Tengo el propósito de permanecer -con gran interés y satisfacción- en el Banco Exterior todo el tiempo que pueda, y jamás he hecho gestión alguna para obtener un cargo diplomático ni en París ni en otra parte.Ya sé que este tipo de bulos no tienen refutación empírica posible. Cuando pase el tiempo y se vea que no he ido de embajador a París, los enterados dirán: "Pidió el puesto, pero no se lo dieron". Sólo se me ocurre contra argumentar que si de verdad postulase la embajada en París, no tendría sentido que le escribiera esta carta, rogándole, señor director, que la publique.-
Presidente del Banco Exterior de España.
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