El regreso de Soares
Extraños portugueses. Apenas transcuridos unos meses desde que echaron a Mario Soares, quien tuvo que abandonar su puesto como jefe del Gobierno trás la derrota del PS en las legislativas, la mayoría de los electores le confían el cargo supremo del Estado.Sin embargo, sería erróneo creer que esta retractación sea una prueba de inconstancia, incluso de falta de madurez, de un electorado que practica, después de todo, la democracia parlamentaria desde hace apenas una decena de años. Esta victoria del dirigente socialista, no obstante, demuestra el uso sutil que puede hacer el pueblo portugués de las instituciones democtáticas que se ha dado.
Sancionado por su gestión cotidiana del país, sobre todo por su política económica y social, Soares ve hoy cómo la mayoría del electorado portugués reconoce su capacidad para representar, allende sus fronteras, a un país que tiene que hacer frente al temible desario que supone la integración en la CE. (...)
La victoria de Soares, después de todo, sorprende menos que la derrota de su adversario, el democratacristiano, Diogo Freitas do Amara¡. Este último, tras una campaña muy activa, obtuvo en la primera vuelta más del 46% de los votos y se veía ya instalado en el palacio de Belem. Todos los sondeos, realizados con anterioridad a la elección, pronosticaban su victoria fuese quien fuese su adversario en la segunda vuelta. Pero era despreciar la capacidad de recuperación de su adversario, verdadero fénix de la vida política portuguesa.
Freitas do Amaral ha sido víctima de las leyes de la gravedad de la sociología electoral: y es que la izquierda sigue siendo mayoritaria en el país y, también, sigue animada por una voluntad real de unidad. Álvaro Cunhal, secretario general del PC, lo tuvo en cuenta y pidió el voto para un dirigente socialista al que había vilipendiado hacía poco como hombre de derechas. (...)
Portugal va a vivir ahora una experiencia de coexistencia entre un presidente de la República elegido por la izquierda y un jefe de Gobierno, Cavaco Silva, que apoyó a Freitas do Amaral. Uno y otro, la noche misma de la elección, manifestaron su intención de colaborar lealmente.
18 de febrero
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.