Soares aplaza hasta mañana su primera conferencia de prensa como presidente

Mario Soares ha aplazado para mañana su primera conferencia de prensa como presidente de Portugal, tras ser elegido el pasado domingo. La victoria del líder histórico del Partido Socialista (PS) por apenas dos puntos de ventaja sobre el candidato conservador, Diogo Freitas do Amaral -que quedó en cabeza en nueve de las 18 provincias continentales y en las regiones autónomas de Azores y Madeira- plantea delicados problemas de equilibrio y coexistencia entre la Jefatura del Estado, el Parlamento y el Gobierno minoritario socialdemócrata de Aníbal Cavaco Silva. La situación obliga también a partidos y a grupos sociales a reconsiderar sus estrategias tras la batalla electoral.

Todos los partidos han reaccionado ya pero, salvo los comunistas, no han ido más allá de las declaraciones de principios.

El Partido Socialista afirma que la victoria de Soares ha sido un "grave revés político" para el primer ministro, el Gobierno y el Partido Socialdemócrata (PSD), pero reafirma el "rechazo de la polarización y de los radicalismos dentro de la sociedad portuguesa". El PSD, que anuncia la celebración de su congreso nacional para junio, considera que los resultados del candidato derrotado, superiores al total de los votos de los dos partidos que lo apoyaron, muestran la confianza conquistada por la acción del Gobierno.

Victoria de la izquierda

Los eanistas, de! Partido Reformista Democrático (PRU), se felicitan de la "victoria de las fuerzas de izquierda", entre las que se incluyen, pero subrayan el papel aún más importante que puede jugar su grupo parlamentario tras estos comicios, alusión al hecho de que sus 45 diputados son árbitros de las mayorías posibles, tanto a la izquierda como a la derecha. El Centro Democrático Social (CDS) habla de "derrota coyuntural" de su ex presidente, pero se declara movilizado para seguir defendiendo el proyecto democristiano, que obtuvo el apoyo de "cerca de la mitad" del electorado.Álvaro Cunhal, secretario general del Partido Comunista Portugués, asegura que quedó demostrado que, sin los comunistas, no se puede derrotar a "las fuerzas reaccionarias y fascistizantes"; que se creó "una situación nueva y favorable a la unidad de los demócratas", y que hay que continuar la lucha contra el Gobierno.

La situación es propicia para que los comunistas, a través de los sindicatos que controlan, pongan a prueba la nueva relación de fuerzas. En vísperas del debate en el Parlamento de varios proyectos pata solucionar la falta de pago de salarios atrasados de miles detrabajadores, los obreros de la industria vidriera de Marinha Grande han iniciado una huelga, con ocupación de fábricas y secuestro de uno de los patronos.