El Scavolini acudirá a Badalona con nueve puntos de ventaja

El Ron Negrita no pudo ganar en Pesaro, porque era prácticamente imposible que lo hiciera. Sin el lesionado Andrés Jiménez, con Villacampa, Montero y Housey cargados de faltas personales antes del descanso, y sin reservas en el banquillo con garantías de mantener el nivel de juego, no se podía hacer más.El Joventut no afronta las semifinales de la Recopa de Europa en, uno de los mejores momentos de la temporada, y a la vista del desarrollo del encuentro el resultado final (109-100) hay que darlo como justo y, como reconocieron todos los protagonistas del choque de anoche, como superable por el conjunto catalán.

La salida fulgurante del Scavolini, anotando un 6-0 en el primer minuto, no hizo perder el aplomo a los verdinegros, que al poco dominaban 6-8. La igualdad fue notoria en toda la primeraparte. Villacampa marcaba con gran acierto al tirador Fredrick y, anulados los puntos de norteamericano, segundo anotador de la Liga italiana, sus compañeros tampoco lograban buenas posiciones de tiro. Fredrick llegó a fallar hasta siete intentos triples. La lucha entre los pívots, que se presumía favorable para el Scavolini, era controlada por Housey y Stewart.

Al filo de la primera parte, cuando el Joventut tenía su máxima ventaja (44-48), Nolis tuvo que arriesgarse y jugar el final de este período con Soler, Jofresa y Abarca para que Villacampa, Housey y Montero, con tres faltas personales, no aumentaran su cuenta. Los italianos, conscientes de la debilidad de su rival, acabaron por delante en el descanso 57-55, a pesar de un triple final de Margall. El técnico verdinegro no pudo por menos que reconocer que ese fue el peor momento del partido.

El segundo tiempo fue muy emocionante. Una vez que Villacampa cometió su cuarta falta a los siete segundos, la situación empezó a volverse dramática para el Joventut. La tensión con que se vivía cada jugada hizo mella en los verdinegros y su serenidad se rompió por unos instantes cuando el marcador estaba igualado a 70. Un parcial de 13-5 permitió la escapada del Scavolini, coincidente con la quinta falta de Housey.

Los triples de Montero eran una panacea para la situación hasta cuatro anotó el base verdinegro. Las eliminaciones se sucedían y la ventaja italiana, a falta de 1.10, superó la barrera de los 10 puntos (107-96). Los lanzamientos de tiros libres dominaron esta fase final del partido, en la que abandonó la pista Silvester, después de haber protagonizado algunas acciones inexplicables agrediendo a sus rivales. El Ron Negrita perdió su última oportunidad cuando, a falta de 18 segundos, con posesión de balón, se le señalaron pasos a Margall. La diferencia final se quedó en 9 puntos.

El próximo martes, en Badalona, la emoción está asegurada, pero una plantilla tan corta debe luchar más de la cuenta para tener opción a conseguir una de las plazas de la final. Anoche, Miquel Nolis comprobó que la juventud de su equipo es un arma de doble filo. El entusiasmo se transformó en inexperiencia y exceso de responsabilidad. Habrá que aguardar para ver si en Badalona, arropados por su público, presentan la otra cara de su juventud. Frente a ellos estará uno de los equipos más expertos de Europa.