_
_
_
_

Los secuestradores del 'geo' presionan para que se libere a los libaneses presos en España

El optimismo de los primeros días sobre la inminente puesta en libertad de los tres funcionarios secuestrados de la Embajada de España en Líbano se ha esfumado paulatinamente y, al cumplirse hoy el mes del secuestro, no se vislumbra su próxima liberación. Paralelamente, una llamada telefónica en Beirut anunciaba represalias contra intereses de nuestro país si no eran prontamente liberados los dos libaneses actualmente en cárceles españolas.

Miembros de la Dirección General de la Seguridad del Estado y el inspector general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Lara, se han entrevistado durante el pasado fin de semana con los dos shiíes encarcelados en la prisión de máxima seguridad de Alcalá-Meco, aunque fuentes de la citada cárcel, que no desmintieron que se hubieran producido, se negaron a facilitar más información.Los españoles Pedro Antonio Sánchez y Asad Abdo, geo y canciller, respectivamente, y el libanés Gaspar Abdo, vicecanciller, fueron capturados el pasado 17 de enero -fecha del establecimiento de relaciones diplomáticas entre España e Israel- por las familias shiíes Rahal y Jalil con el propósito de canjearlos por sus hijos Mohamed y Mustafá, que cumplen actualmente una condena de 23 años de cárcel en la prisión madrileña de Alcalá-Meco por el asesinato frustrado de un funcionario libio.

Los puntos de vista de la Embajada de España y Amal -la milicia shií que actúa de intermediaria entre las familias y las autoridades españolas- no parecían al principio excesivamente distantes, a juzgar por las confidencias que ambas partes hacían a la Prensa. Mientras los primeros daban a entender que los reos podrían ser expulsados de España en un plazo máximo de cuatro meses después de la liberación de los rehenes, los segundos rebajaban el período a tan sólo dos meses y exigían además un compromiso escrito de Madrid sobre la fecha del traslado a Líbano.

La parálisis negociadora durante casi tres semanas, entre finales de enero y principios de febrero, induce a sospechar que acaso las posiciones de partida están mucho más alejadas porque, como recalcan comunicados del Ministerio español de Asuntos Exteriores reproducidos por agencias de noticias y publicados por la Prensa libanesa, el Gobierno español se niega a discutir el asunto hasta que se cumpla una condición previa: la puesta en libertad de los cautivos.

Llamada anónima

Los secuestradores de los tres funcionarios de la Embajada española en Beirut lanzaron ayer, domingo, una "última advertencia" al Gobierno español amenazando con golpear duramente los intereses españoles si sus demandas no eran rápidamente satisfechas.En una llamada telefónica a una agencia de prensa occidental en Beirut, un interlocutor anónimo pidió, en nombre de la organización Estandartes negros, que reivindicó el secuestro el pasado 17 de enero, la liberación "inmediata" de sus hermanos mujaidines (combatientes del Islán) Mohamed Rahal y Mustafá Jalíl. "Golpearemos duramente y en repetidas ocasiones los intereses españoles", añadió el comunicante anónimo; "recordamos que somos capaces de atacar estos intereses en donde quiera que se encuentren".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_