El referéndum de la OTAN
Existen dos certezas en el momento político que España atraviesa actualmente. El primero de ellos es que, el 12 de marzo, el pueblo votará sobre la permanencia de España en la OTAN. Y el segundo que hasta entonces, los españoles verán a sus dirigentes políticos realizar las más extrañas contorsiones.El primer ministro, Felipe González, quien asumió el poder en 1982 con el apoyo de las bases anti-OTAN, solicita el voto afirmativo. Manuel Fraga, cuyo partido, Alianza Popular, sustenta la alianza con la OTAN, pide la abstención a sus seguidores. Quizá el único grupo no vulnerable a la acusación de incoherencia es la coalición de comunistas, ecologistas y pacifistas que se opusieron a la pertencia a la OTAN desde el principio.
La teoría de Felipe González es que las cosas han cambiado mucho desde que los socialistas asumieron el poder. Han adecuado la participación española en la OTAN según el modelo francés, al declinar formar parte de su estructura militar.
Han conseguido de sus aliados el inicio de negociaciones en distintos puntos clave: Gran Bretaña está de acuerdo en discutir sobre el status de Gibraltar y Estados Unidos negociará la reducción gradual de su presencia militar en España. No habrá armas nucleares en territorio español. Y tras la integración en el Comunidad Europea, España ha aceptado implícitamente el compromiso de colaborar en la Defensa comunitaria. Los días del empobrecido pero orgulloso aislamiento, en los que España se abstuvo de participar en las dos guerras mundiales, se han acabado.
Los últimos sondeos señalan una leve superioridad de votos favorables a la OTAN, y más del 40% aún indeciso. Un resultado afirmativo podría ayudar políticamente a Felipe González, ya que le permitiría cumplir con la promesa, hecha durante la campaña electoral de 1982, de celebrar el referéndum y, a la vez, mantener a España en la OTAN. Con las elecciones legislativas previstas para el próximo octubre, los conservadores tachan al referéndum de "innecesario, inoportuno, muy costoso y peligroso precedente". Insisten en que la abstención es segura porque mantienen que probablemente España Permanecerá en el seno de la OTAN. ( ... )
Hace unos días, González comentaba que el 98% de los españoles votaría afirmativamente si la pregunta fuera: "¿Quieres que España permanezca en la Alianza Atlántica y que tu voto se registre como contrario a la OTAN?". Pero desafortunadamente no será esta pregunta la que figure en la votación del mes próximo. España no puede elegir las dos cosas al mismo tiempo.
, 13 de febrero
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Opinión
- Manuel Fraga Iribarne
- Políticos
- OTAN
- Felipe González Márquez
- Política nacional
- Referéndum OTAN
- Política defensa
- PP
- Campañas electorales
- Encuestas
- Política exterior
- Referéndum
- OTAN
- Fuerzas armadas
- Unión Europea
- Opinión pública
- Gente
- Elecciones
- Organizaciones internacionales
- Relaciones exteriores
- Partidos políticos
- España
- Política
- Defensa
- Sociedad