El funeral de un opositor filipino asesinado se convierte en una multitudinaria manifestación contra Marcos
El féretro que contenía el cadáver de Evelio Javier, dirigente opositor de 43 años asesinado el martes en San José de Buenavista, en la provincia de Antique, llegó ayer al aeropuerto de Manila. El traslado de los restos y el funeral se convirtieron en una multitudinaria manifestación contra el presidente, Ferdinand Marcos, y el proceso de recuento oficial de los votos, considerado fraudulento por la candidata de la oposición, Corazón Aquino. El Parlamento facilitará probablemente hoy el resultado de su propio escrutinio, el definitivo, que se considera que resultará también favorable para el actual presidente.
El féretro con los restos de Evelio Javier fue seguido por un cortejo de automóviles desde el aeropuerto hasta la iglesia de Baclaran, donde se celebraron los funerales. Durante toda la no che, permaneció abierta la capilla ardiente, a la espera de trasladar esta mañana el cadáver del asesinado, ex gobernador de la provincia de Antique, hasta el Ateneo.Los 5.000 asistentes al funeral cantaron el himno de la campaña electoral de Javier, Un sueño imposible, del musical El hombre de La Mancha, antes de aclamar a Corazón Aquino, que recordó que Evelio Javier "sacrificó la vida por el futuro de su país".
Butz Aquino, hermano de Benigno Aquino, el que fue principal líder de la oposición al régimen de Marcos, asesinado en el aeropuerto de Manila en agosto de 1983, agradeció la presencia en los funerales de los embajadores de España, Holanda, Francia, Bélgica, República Federal de Alemania y de un representante de la Embajada del Reino Unido. "La gente aplaude porque ve que hasta los embajadores extranjeros están con el pueblo", comentó un miembro de la oposición perteneciente a una de las grandes familias de la burguesía.
El entierro de Evelio Javier demostró que la movilización pacífica de los filipinos seguirá, como señal de protesta al fraude y a la violencia que caracterizó la votación presidencial del pasado 7 de febrero y que no ha desaparecido desde entonces.
Tras la sesión parlamentaria de ayer, en la que prosiguió el recuento de los votos, los datos oficiales daban una ventaja a Marcos sobre Aquino (4.375.286 sufragios frente a 3.601.352). Según el presidente de la Cámara, Nicanor Yñiguez, es probable que hoy se proclame al vencedor oficial. Todo parece indicar que será Marcos.
La movilización de la oposición deberá llegar a su cúspide en la manifestación convocada para la tarde del domingo por Cory Aquino y su compañero de candidatura, Salvador Laurel, en el Lunetta Park.
A la concentración del domingo -que se espera dé la medida de la capacidad de convocatoria popular de Cory Aquino- seguirá probablemente un programa de desobediencia civil, de confirmarse la línea en que trabaja la Conferencia Episcopal filipina, que prepara una pastoral bajo la presidencia del cardenal Ricardo Vidal, y con asistencia también del principal crítico a la política de Marcos, el cardenal Jaime Sin, máxima jerarquía eclesiástica.
¿Aceptaría la oposición una mediación de los obispos a la salida de la crisis política de Filipinas, tras un voto fraudulento y las discrepancias en el recuento de papeletas, entre el poder y la oposición? "La reconciliación sólo puede estar basada en el principio de la justicia del voto", dijo el portavoz de Corazón Aquino.
Entre tanto, Manila sigue siendo un foco de rumores de todo tipo, desde los que hablan de que Marcos puede reaccionar implantado la ley marcial, si continúa el acoso de la oposición, hasta los que mencionan la eventual formación de un Gobierno en la sombra del equipo de Cory Aquino, acompañado de un programa de desobediencia civil. La oposición rechaza rotundamente esta posibilidad.
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